viernes, 17 de octubre de 2008

PHINEAS TAYLOR BARNUM

Nació el 4 de julio de 1810 en Bethel, Connecticut. Su inicio en el mundo del espectáculo fue en el año 1835 en la ciudad de Nueva York, donde compró a Joyce Heth, una esclava negra, de quien se decía tenía 161 años, y afirmando que había sido la niñera del primer presidente de Estados Unidos, George Washington, la anciana se exhibió por todo el país hasta su muerte en 1836. En 1841 compró el Scudder's American Museum de Nueva York, en el que exhibió al enano General Tom Thumb y también a los siameses Chang y Eng en 1842.
En 1850 organizó una gira de conciertos por Estados Unidos para la famosa soprano sueca Jenny Lind. Tras varias legislaturas como político en el estado de Connecticut, comenzó en Brooklyn, Nueva York, en 1871, su mayor empresa como hombre del mundo del espectáculo: un circo itinerante de tres pistas, en el que además había dos escenarios, con lo que podían ser representados cinco espectáculos simultáneamente que incluía una jaula de fieras (donde presentaba a Jumbo el elefante) y un museo que contenía fenómenos de la naturaleza; se anunciaba como "el mayor espectáculo del mundo". La organización se fusionó en 1881 con el circo de otro empresario estadounidense, James Anthony Bailey; el circo de Barnum & Bailey donde se podía ver a el enano Tom Pouce, que medía exactamente 69 centímetros.

Yo-Yo, el hombre-perro, que en realidad se llamaba Theodor Peteroff, un ruso que poseía un extraordinario sistema piloso de largos pelos rubios y dóciles que cubrían todo su cuerpo, incluso hasta en párpados y en la yema de los dedos. Su pelaje era tan espeso que no era raro confundirlo con un perro grande.

La pareja de caucho Etta Lake y Jean Morris, quienes podían estirar su piel por todas partes hasta alcanzar sin ninguna dificultad veinte o treinta centímetros desde su cuerpo. El hombre puro-hueso fue Jonathan Bass. A este pobre hombre debido a una extraña enfermedad se le endurecieron poco a poco cartílagos y músculos hasta transformarse en huesos. Cuenta la leyenda que poco después de su muerte su cuerpo se hizo de piedra. El esqueleto viviente era James Coffey, quien no pesaba más de 32 kilos y medía 1,80 mts. Comía normalmente y aparentaba mantenerse perfectamente fuerte.


El monstruo sin brazos, Charles Tripp, y el monstruo sin piernas, Eli Bowen, eran exhibidos juntos. Se paseaban en un tándem en el que Bowen conducía el manubrio y Tripp pedaleaba a sus espaldas. El “no se sabe qué”, que Barnum presentaba como un marciano o como el eslabón perdido entre el hombre y el mono, era William Jackson, nacido en 1842 en New Jersey. El hombre de espíritu amable estaba dotado de una enorme mandíbula y de un sistema capilar que comenzaba en sus cejas. El hombre de piel azulada. Cuando murió, un médico encontró en su cuerpo grandes cantidades de nitrato de plata en su cuerpo. Seguramente había descubierto que esto daba un tono azulado a su piel. Su anhelo por convertirse en freak valía más que su propia vida.
En una barraca vecina estaba la “Triste Susana”; Barnum ofrecía el premio de mil dólares a quien la hiciera reír. Lo que Barnum nunca explicó a los preparados aficionados fue que la pobre Susana tenía la cara totalmente paralizada.

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