martes, 30 de noviembre de 2010

GARRINCHA


"La diferencia con Pelé es que yo apenas supe driblar los problemas con los pies", dijo una vez, sobre su millonario ex compañero de la selección brasileña, Garrincha, muerto hace 25 años en un hospital de Río de Janeiro, con sus órganos devorados por el alcohol.

El 20 de enero de 1983 Garrincha murió a los 49 años de cirrosis hepática. Su tumba hoy está abandonada.

Sólo la visita el viento y la lluvia, dijo el cuidador del cementerio de Pau Grande, la ciudad del interior de Río de Janeiro donde nació el crack que brilló en Botafogo.

La imagen de Garrincha, héroe de Brasil en los Mundiales de Suecia 1958 y 1962, es la de la "Alegría del Pueblo" por sus regates inolvidables que nadie en la historia igualó. A tal punto que a sus marcadores de punta los llamaba de "Joao", a todos por igual. "Hoy me marca Joao", solía decir antes del juego.

Su biografía, llamada "Estrela Solitaria" y escrita por el periodista Ruy Castro, es el libro de cabecera del presidente Luiz Lula da Silva, quien habitualmente recuerda al futbolista con alegría y un poco de misericordia.

Muerto en la pobreza, 14 hijos (uno nacido en Estocolmo tras su paso por Suecia 58), tres matrimonios frustrados, el más famoso con la cantante Elza Soares, Garrincha fue el espejo roto de Pelé. Nunca fueron amigos y ambos, cuando se encontraban, aclaraban eso, en total armonía y sinceridad.

Un encuentro armado por una revista deportiva Placar en 1982 juntó a Pelé y a Garrincha, según la biografía de Ruy Castro. Cerca de la muerte, Garrincha le dijo en esa entrevista a Pelé: "Oye rey, no tienes algunas monedas para prestarme, sé que estás llenos de verdes (dólares)".

Alcohólico, mujeriego, salidor, irreverente, Garrincha se mezclaba con el pueblo en los carnavales, en los bailes, en partidos de fútbol sin importancia. Se alejaba de quienes lo elogiaban, pero se acercaba a los bares, que le fiaban la cerveza y la cachaça.

Nacido en Pau Grande y criado por su hermana mayor, Garrincha llegó al mundo con características físicas genéticas alteradas: sufría de distrofia física, sus piernas torcidas. La izquierda era seis centímetros más corta que la derecha.

A tal punto que en los test psicofísicos para el Mundial de Suecia 1958 sacó 38 puntos, contra los 123 necesarios para subirse al avión hacia Estocolmo.

Condenado a dejar el fútbol por ese test, Nilton Santos, lateral izquierdo de Botafogo encabezó un movimento interno dentro del plantel donde brillaban Didí y Vavá que dio sus frutos y Manoel dos Santos, Garrincha, consiguió un asiento hacia Europa.

La táctica de ese equipo es recordada aún por los periodistas deportivos: "Hay que dársela a Garrincha".

El aniversario 25 de la muerte de Garrincha -cuyo nombre lleva el estadio de Brasilia- se enmarca en una disputa entre Botafogo y los hijos del crack.

La familia reclama que la estatua en homenaje a Garrincha sea mantenida en el el estadio Maracaná, mientras que Botafogo quiere llevarla hacia su nueva cancha, el estadio Joao Havelange.

La biografía de Ruy Castro tardó en salir a la venta porque fue objetada en 1995 ante la justicia por la familia del crack, dado que el escritor escribió que todos los relatos de las amantes y amigos de él, hablaban de la extensión de su pene, de 25 centímetros, como algo inusual.

Un juez resolvió que ese dato era válido y hasta positivo para el crack en una sociedad machista.

Garrincha apenas perdió un partido con la selección brasileña, contra Hungría en Inglaterra 66. Y un dato más que llamativo: nunca Brasil cayó con Garrincha y Pelé jugando juntos con la verdeamarilla.

Comenzó en Pau Grande, en un equipo de la fábrica textil del pueblo, luego fue a Botafogo (cinco títulos), Atlético Junior de Colombia (1 partido), Corinthians, Flamengo, Olaría. Su último partido fue a los 48 años para Planaltina, en los suburbios de Brasilia, luego de años regados por alcohol, violencia familiar causada por la abstinencia, hospitales y bolsillos vacíos.

Los especialistas atribuyen a Garrincha el Mundial 1962 ganado por Brasil en Chile, dado que Pelé quedó fuera de la competición por lesión.

Tras enterarse de la muerte de Garrincha (sobrenombre dado por un pájaro de las sierras de Rio de Janeiro) Carlos Drummond de Andrade, uno de los mayores poetas de la historia de Brasil, lo lloró: "Fue un pobre y pequeño mortal que ayudó a un país entero a suspender las tristezas. Lo peor es que las tristezas vuelven y no hay otro Garrincha disponible. Se necesita un Garrincha nuevo que nos alimente el sueño".


QUATERMASS Nº7


La labor de la revista Quatermass apoyando el cine de terror ha resultado encomiable desde sus principios, tanto por sus números especiales en colaboración con diversos festivales de la geografía de nuestro país como la Semana de Cine de Terror de Bilbao o la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, como por los monográficos sobre el cine de dicho género, como el que dedicó en su momento al cine de terror español o al cine de terror británico. En esta ocasión dedican su último número a realizar una increíble Antología del Cine Fantástico Italiano, que les ha llevado una ingente cantidad de trabajo y que ha visto la luz gracias a la mutua colaboración entre el director de la publicación y el certamen Retroback – Festival Internacional de Cine Clásico de Granada.

En cuanto al volumen que nos ocupa decir que estamos ante una antología con mayúsculas, esencial para conocer el cine fantástico italiano producido en los últimos 100 años. Hay que destacar tanto el trabajo de edición, con un papel de alta calidad en sus más de trescientas páginas, además de una maquetación que sigue la línea habitual de la publicación con la inserción de más de 1.700 fotografías a todo color, como el contenido en si, en el que han colaborado más de cincuenta especialista internacionales, tanto españoles, como Carlos Aguilar ó Ramón Freixas, como italianos, ingleses, franceses, japoneses y canadienses.

Además de la sección habitual dedicada a las cartas a los lectores y un seguimiento a lo que han dicho en otros medios de publicación sobre la revista, se introduce en el tema central del amplio volumen con una serie de artículos sobre las diferentes tendencias del fantástico italiano: “Gótico italiano”, “40 años de ciencia-ficción”, “Peplum y fantasciencia”, “Del fumetto a la pantalla”, etc… Posteriormente se analiza en profundidad la obra de cuatro cineastas italianos: “Mario Bava: el arte, la magia, la líbido“, “Ricardo Freda: La cara oculta de Mr. Hampton”, “Antonio Margheriti: el talento del superviviente” y “Lucio Fulci: La rebelión del carnicero“. Incluye también catorce entrevistas con diferentes directores italianos como Dario Argento, Pupi Avati, Erika Blas, etc…, además de una antología crítica de películas y otra de bandas sonoras, que completan la visión panorámica del cine fantástico italiano que nos ofrece este fantástico libro.

En resumen, una obra esencial para cualquiera que desee conocer la historia del cine fantástico y de terror italiano y que, aunque asusta por su elevado precio, este se encuentra perfectamente justificado tanto por la calidad del contenido, avalada por la cantidad de colaboradores presentes, como por la edición, que no tiene nada que envidiar a las realizadas por grandes editoriales.

sábado, 27 de noviembre de 2010

EL MISTERIOSO ZUMBADOR DE LA UVB-76

Fuente:  http://www.cabovolo.com/2010/04/misterio-zumbador-uvb-76.html

Han pasado casi 30 años desde que alguien detectara por primera vez con un receptor de onda corta un extraño zumbido en la frecuencia 4.625kHz. Un zumbido que se repite 30 veces por minuto, todas las horas del día, todos los días del año. Hoy en día, se sabe desde donde se emite la señal, Povarovo (Rusia), pero se sigue desconociendo casi todo lo demás.

Se desconoce cuándo comenzaron sus emisiones, aunque parece ser que fue en 1982 la primera vez que alguien reparó en sus pitidos. Un día de ese año, alguien sintonizó la frecuencia 4.625kHz en su receptor de onda corta y pudo oír un pitido de 2 segundos de duración que se repetía de manera continua. La noticia del descubrimiento comenzó a extenderse entre los entusiastas de la onda corta que se preguntaban cuál sería el fin de una emisión así.

La emisora continuó emitiendo la misma inquietante “programación” hasta comienzos del 1990, cuando cambió su repetitivo pitido por un zumbido de 0.8 segundos de duración. De manera constante, se emitía el zumbido unas 21 o 34 veces por minutos, dejando intervalos de 1 o 1.3 segundos entre un zumbido y el siguiente. Durante el último minuto de cara hora, el zumbido cambiaba por un tono continuo que duraba todo el minuto.

La “programación” volvió a sufrir cambios el 16 de enero de 2003, cuando se alargó la duración de los tonos que, además, pasaron a ser más agudos. Aunque, desde entonces, se ha vuelto a la señal anterior.

La emisora emitía, y sigue haciéndolo, las 24 horas del día con una potencia aproximada de 10 kW, aunque entre 7:00 y 7:50 (GMT) lo hace con una menor potencia (2.5 kW), según algunos, porque es cuando se llevan a cabo las labores de mantenimiento.

Aunque no todos son pitidos y zumbidos, sino que es frecuente que se oigan conversaciones lejanas en ruso y otros ruidos de fondo. Podrían ser producidas por la conexión accidental de algún micrófono o porque el aparato que genera el zumbido no está conectado directamente a la emisora sino que está delante de un micrófono, aunque no sería lo más normal. Al parecer, una de estas conversaciones se escuchó el 3 de noviembre del 2001: “Soy el 143. No recibo el oscilador.”. A lo que siguió un “Esto es lo que la sala de operaciones está enviando” o “estas son las órdenes de operaciones”.

También se han escuchado mensajes, aunque muy pocos. Durante los años que se lleva monitorizando la frecuencia, parece que no han sido más de tres o cuatro los mensajes interceptados. El primero, a las 21:58 (GMT) del 24 de diciembre de 1997. Varias series cortas de pitidos sustituyeron al insistente zumbador y, al cabo de un momento, una mujer hablando en ruso anunció: “Ya – UVB-76. 18008. BROMAL: Boris, Roman, Olga, Mikhail, Anna, Larisa. 742, 799, 14” (los nombres son del alfabeto fonético ruso, que sirve para deletrear). El mensaje fue repetido varias veces hasta que otra serie de pitidos marcó el fin y se volvió a la monotonía del zumbador. Ese día no se oyeron más voces.

Esta primera emisión hablada permitió averiguar el indicativo de la emisora, UVB-76, y el lugar desde el que emitía, Povarovo, a unos 40 kilómetros al noroeste de Moscú. Sin embargo, el propósito de la emisión continuaba siendo un misterio.

Una voz similar se pudo escuchar el 12 de setiembre del 2002, aunque muy distorsionada, lo que hizo muy difícil entenderla completamente. Lo que se pudo transcribir era algo así como “UVB-76, UVB-76. 62691 Izafet 36938270.”

No se volvió a escuchar ninguna otra voz hasta varios años después. Eran las 7:57 (GMT) del 21 de febrero del 2006. Otra vez, extremadamente distorsionada, pero esta vez pudo grabarse. “75-59-75-59. 39-52-53-58. 5-5-2-5. Konstantin-1-9-0-9-0-8-9-8-Tatiana-Oksana-Anna-Elena-Pavel-Schuka. Konstantin 8-4. 9-7-5-5-9-Tatiana. Anna Larisa Uliyana-9-4-1-4-3-4-8.” (supuesta grabación en mp3).

Según parece no ha habido más mensajes y, hoy en día, el propósito de la emisora continúa siendo desconocido. Según algunas webs, su misión es la de “transmitir órdenes a las unidades militares y a los centro de reclutamiento del distrito militar de Moscú”. De manera similar, otra teoría defiende que las órdenes irían destinados a los espías rusos que se encuentran en misión en el extranjero. Ambas teorías se verían reforzadas por un rumor que sitúa en el lugar desde el que se ha situado la emisora un centro de comunicaciones del Estado Mayor ruso.

De ser cierto, se trataría de una “emisora de números” más. Un tipo de emisoras de onda corta que suelen emitir voces sintetizadas leyendo series de números, palabras o letras (normalmente de un alfabeto fonético) sin una relación aparente. Habitualmente, suele ser una voz de mujer, pero en ocasiones puede ser la de un hombre o un niño o niña. Existen emisoras de este tipo en varios idiomas, y no siempre emiten números o palabras. Algunas emiten pitidos, código Morse o, incluso, algún trozo de una canción tradicional.

Aunque ningún gobierno lo ha reconocido públicamente, algunos entusiastas y expertos en espionaje creen que estas emisoras están dedicadas a la transmisión de órdenes y mensajes cifrados a los espías. Un método simple, pero efectivo.

Sin embargo, en el caso de la UVB-76, pese a guardar algunas similitudes con estas misteriosas emisoras, parece bastante improbable que sea una de ellas, puesto que sólo ha transmitido un simple zumbido durante los 15 años previos al primer mensaje hablado.

Otra explicación más pacífica sería que el zumbador serviría para el estudio las variaciones de la ionosfera, en el tiempo y en el espacio, mediante la observación de las modificaciones de frecuencia que experimenta la señal reflejada por esta parte de la atmósfera respecto a la original. Este “método Doppler de alta frecuencia” apareció en una publicación científica rusa sobre Ciencias de la Tierra. Sospechosamente, además, la frecuencia usada por ese estudio y la del zumbido, 4.625 kHz, coinciden.

Una última posibilidad sería que el sonido que sirviera para informar del correcto funcionamiento de algún tipo de instalación importante, probablemente militar. Podría ser, por ejemplo, algún sistema similar al conocido como “botón de la mano muerta”. Es decir, un sistema semi-automático capaz de responder a un ataque nuclear occidental aunque este hubiera matado ya a los jefes militares o políticos soviéticos.

En cualquier caso, el misterio continúa mientras los transmisores Molniya-2M (PKM-15) y Molniya-3 (PKM-20) siguen emitiendo día y noche a través de una antena de unos 20 metros de altura su inquietante zumbido.