viernes, 5 de febrero de 2010

JUEGOS REUNIDOS GEYPER

A finales de los años cincuenta del siglo pasado, la entonces casi recién nacida Geyper lanza al mercado una de las gamas de juegos más recordadas de todas las épocas, además que también gozó de una larga vida de más o menos medio siglo, lo cual se dice pronto aunque es muy difícil de conseguir. Nos estamos refiriendo como no a los Juegos Reunidos de la valenciana Geyper.

Probablemente esta línea de juegos de mesa no aportó demasiadas novedades al panorama juguetero nacional de entonces, ya que no era un tipo de juguete sofisticado como pudiera tratarse por ejemplo de un coche teledirigido. Pero tal y como se pudo comprobar con estos juegos reunidos, la sofisticación no es imprescindible para convertirse en todo un best-seller, pues esta idea sencilla y bien planteada Geyper la llevó a cabo de una forma magistral. El hecho de juntar varios juegos de mesa populares ofreciéndolos en toda una gama de estuches variados y por lo tanto con un amplio abanico de precios fue determinante para que gozaran de popularidad durante muchos años.

Dentro de las diferentes cajas que Geyper suministraba se podía encontrar un número variable de juegos muy conocidos como por ejemplo el ajedrez, el parchís, la oca con sus tableros correspondientes realizados en cartón además de sus fichas y dados necesarios para el desarrollo del juego. Todos estos elementos quedaban perfectamente ordenados gracias a los compartimentos especiales de las cajas, existiendo también un práctico aunque en ocasiones también enrevesado libreto de instrucciones con las normas de los juegos.

Es necesario comentar que sorprendentemente existe muy poca información disponible acerca de esta gama de juegos, por lo que es posible que este mismo artículo tenga muchas lagunas por rellenar acerca de la historia de esta gama de juegos de mesa. Es por ello que pedimos disculpas si algún dato se pasa por alto, además que como siempre agradeceríamos la colaboración de las personas que leen este artículo para acabar de completar la historia de esta conocida línea de la marca protagonista de este artículo.

Las primeras cajas que Geyper comercializó de sus "Juegos Reunidos" estaban realizadas ni más ni menos que en madera y la numeración de los sets se realizaba mediante series de ceros, iniciándose la caja básica con el 0 y la más completa (o como mínimo la más grande que hemos observado de esta época) con 000. Desconocemos si Geyper realizó en aquella época cajas mayores o menores que estas tres que hemos citado.

Suponemos que por razones de marketing y con tal de mostrar en las tiendas la cantidad de juegos que cada set contenía, Geyper tomó la acertada decisión de numerar las cajas dependiendo de los juegos que existían en el interior, dividiendo su gama en dos grandes grupos: Cajas pequeñas (referencias 10, 15, 25) y cajas grandes (referencias 35, 45, 50 y 55)

Con el paso de los años también los tableros de juegos sufrieron muchos cambios, pues los primeros aparecidos en los años cincuenta y suponemos que también en la primera mitad de los sesenta se encontraban realmente detallados con numerosos y simpáticos dibujos, adquiriendo un estilo más funcional ya en los años setenta.

La época de oro de los Juegos Reunidos Geyper fue durante la década de los años sesenta hasta inicios de los setenta, convirtiéndose en el regalo estrella de noches de Reyes, Navidades y aniversarios varios, además que también gozaron de una gran popularidad entre adultos. En una época en que solamente existían un par de canales en la televisión, los videos era todavía una cosa de ciencia ficción y las video-consolas no aparecieron masivamente hasta finales de la década de los setenta, los juegos de mesa constituyeron una gran distracción para todas aquellas personas que deseaban divertirse en grupo o en familia además de constituir un aliado excepcional en jornadas campestres o estancias en camping.

Comentar que las cajas y libretos de instrucciones también estaban traducidas al francés e ingles, por lo que se deduce que Geyper tenía una clara intención de exportar hacia países de habla inglesa y francesa. Desconocemos el volumen de exportaciones realizadas por la marca de esta gama de juegos.

Desgraciadamente la marca Geyper desapareció en el año 1987 como consecuencia de una suspensión de pagos y esta gama de juegos se dejo también de fabricar aunque permaneció fuertemente arraigada en el recuerdo colectivo. No fue hasta el año 2001 cuando la bilbaína Bizak llegó a un acuerdo con los responsables de la antigua Geyper para fabricar de nuevo esta gama de juegos. Aunque Bizak consiguió cierto éxito con su celebrada y esperada reedición, desgraciadamente el número de ventas no acompañó la excelente idea y después de algunos años la empresa dejó de fabricar definitivamente esta gama, desapareciendo del catálogo de esta gran juguetera.

Tanto los estuches como libretos se fueron modernizando con el paso de los años aunque el diseño fue parecido en todas las épocas, con el característico rostro de un sonriente chico y las letras "Juegos Reunidos" con dibujos de los juegos en su interior. Incluso Bizak ya ene. Siglo XXI guardó este estilo cuando reemprendió la fabricación de esta serie de juegos.

Como curiosidad acerca de la evolución de los precios de los sets, comentar que una caja "Juegos Reunidos" del tipo 000 del año 1959 tenía un precio de 26 pesetas, ascendiendo a 625 un set número 50 en 1973. Ya en la etapa Bizak, un set número 45 tenía un precio de unos 35 Euros (que traducido en pesetas es de aproximadamente 5.800).


ANTON LaVey

Anton Szandor Lavey Nació en Chicago, Illinois, el 11 de abril de 1930. Hijo de Gertrude Augusta LaVey y de Michael Joseph LaVey, su verdadero nombre es Howard Stanton Levey, más tarde llamándose Anton Szandor LaVey. Cuando aún estaba en el instituto comenzaron a surgir en él las bases de sus ideales satanistas.

Tras terminar el instituto comenzó a dedicarse a diversos trabajos, entre ellos el de prestidigitador y el de pianista en un club en el que una noche la actriz Marilyn Monroe actuaba y con la que Anton LaVey mantuvo una relación. Más tarde se trasladó a San Francisco y fundó la Iglesia de Satán. Fue, según él, su abuela de origen rumano, más concretamente de la región de Transilvania, quien más influyó en su forma de ser contándole innumerables cuentos de vampiros y demonios.

LaVey se proclamó Papa Negro por estar al frente y ser fundador de la Iglesia de Satán. Alcanzó mayor fama después de dar a conocer al mundo su iglesia y porque el asesino Charles Manson aseguró ser seguidor suyo. Fue un icono dentro de la cultura pop en Estados Unidos, venerado por cantantes y estrellas de todo tipo y participó en el rodaje de un cortometraje de Kenneth Anger. Algunos de los muchos personajes famosos asociados con su iglesia son la actriz Jayne Mansfield y el cantante Marilyn Manson. Contrario a lo que se piensa, nunca colaboró con el director Roman Polanski en su película La Semilla del Diablo interpretando el papel del Diablo en la escena en la que Rosemary es abusada sexualmente, en realidad, este personaje fue interpretado por el actor Clay Tanner. Fue la inspiración del cantante Marilyn Manson, a quien Anton LaVey nombró Reverendo de la Iglesia de Satán por promover con su música ideas y conceptos afines a su doctrina y además aparece brevemente en el video de la canción Dope Hat.

Anton LaVey murió el 29 de octubre de 1997, en el hospital St. Mary, en Londres, Inglaterra, a causa de un edema pulmonar. Fue llevado a este hospital católico debido a que era el que se encontraba más cerca. El momento de su muerte fue registrado como la mañana de Halloween, pero esto hace posible especular que pudo haber muerto con uno o dos días de diferencia. Se hizo un funeral satanista por invitación en Colma, y su cuerpo fue cremado. Sus cenizas no fueron enterradas, pero fueron eventualmente divididas entre sus herederos como parte de un acuerdo, con la idea de que poseen potenciales poderes ocultistas, y que pueden ser usados en rituales satanistas de magia. Sus hijos probablemente la utilizarían.

A pesar de la gran creencia popular sobre el satanismo, la filosofía de Anton LaVey y su iglesia no podría diferir más de esta. Nada tiene que ver con hacer sacrificios o venerar a la figura del diablo, sino que Anton LaVey con su filosofía acusa al cristianismo de ser una plaga en la tierra que atemoriza, reprime y no deja pensar a millones de personas, una repetición de las teorías del filósofo Friedrich Nietzsche y niega la figura del diablo o Satán como un ser malvado con cuernos y rabo, acusando al cristianismo de ser el único creador de esta imagen para atemorizar a la gente y de esta imagen ser la mayor benefactora del cristianismo en la Tierra. Sin embargo cree en Satán como la representación de la inteligencia y la humanidad en la Tierra y se refiere a su descripción original según la biblia, en la que Satán era un ángel de Dios y pensó por sí mismo y se rebeló contra él. El satanismo como codificado por Anton LaVey y su iglesia promueve la indulgencia, el orgullo y la justicia. Reniega a toda costa del cristianismo, además de renegar de los sacrificios y profanaciones que otros proclamados satánicos realizan, a los que acusa de ser tan estúpidos como los cristianos y jugar su mismo juego, sólo que del otro lado.