viernes, 31 de diciembre de 2010

THE WICKER MAN

British Lion Film, 1973
99 minutos

Dirigida por Robin Hardy
Escrita por Anthony Shaffer
Editada por Eric Boyd-Perkins

Elenco:
Edward Woodward .... Sgto. Neil Howie
Christopher Lee .... Lord Summerisle
Diane Cilento .... Srita. Rose
Britt Ekland .... Willow
Ingrid Pitt .... Bibliotecaria
Lindsay Kemp .... Alder MacGregor


"The Wicker Man" es quizás la cinta británica más icónica de los setenta y forma un retrato de la época, con abundante subtexto debajo de su ya controversial historia. Y por si fuera poco, presenta también una ligera, pero intrigante discusión sobre religión comparativa, atreviéndose a hacer cierta mofa del cristianismo... y todo eso dentro de una historia sólida con un final legendariamente inesperado y sorprendente.

La cinta comienza con la llegada del Sargento Neil Howie (Edward Woodward) a la isla de Summerisle, en la costa suroeste de Escocia. Aparentemente Howie recibió un reporte anónimo sobre la desaparición de la niña Rowan Morrison (Geraldine Cowper), y pretende investigar a fondo, hasta descubrir el paradero de la joven. Pero desde los primeros momentos el Sargento encuentra constantes obstáculos, debido a las oblicuas respuestas de los isleños que interroga. Al principio todos niegan conocer a Rowan, pero cuando Howie encuentra evidencia innegable de su presencia en la isla, le informan que la niña está sepultada. Entonces, Howie pide permiso a Lord Summerisle (Christopher Lee) para desenterrar la tumba de Rowan, donde posteriormente encuentra... el cadáver de un conejo. Lord Summerisle le explica que esa es la forma que ha tomado el espíritu de Rowan, y paulatinamente el Sargento (moralmente rígido y devotamente cristiano) se da cuenta de que la isla de Summerisle está habitada exclusivamente por paganos que adoran a los antiguos dioses celtas. Escandalizado por las prácticas de esta religión (entre las que se encuentran abundante desnudez y adoración de símbolos fálicos), el Sargento Howie decide marcharse a Gran Bretaña y regresar después con autoridades superiores, que restaurarán el "orden" a la isla. Pero, en el último momento, Howie sospecha que los isleños quieren alejarlo para que no vea lo que ocurrirá en el Festival de Mayo, donde tradicionalmente se hacen sacrificios a los antiguos dioses...

Entonces Howie se da cuenta de la situación: Rowan está viva, pero está destinada a ser el sacrificio humano del ritual pagano. Para evitarlo, el valeroso Sargento suplanta a un isleño en el desfile de disfraces que comienza el festival, y acompaña a los paganos hasta el sitio del sacrificio, donde ve a la asustada Rowan. La búsqueda ha concluido... en más de un sentido.

La confusión de géneros que inspira "The Wicker Man" quizás provenga de que el guionista Anthony Shaffer quiso subvertir el concepto contemporáneo de las películas de terror; bañado en sangre, vampiros y monstruos, el terror británico estaba estancándose (como clara muestra se podría señalar la cinta de Hammer Films "Dracula 1972 A.D.") en cómodos clichés y personajes arcaicos. Entonces, como rebelión contra todo eso, Shaffer decidió crear una historia sin sangre ni violencia, pero con un definitivo ángulo fantástico. Y cuando a eso se añadió el gusto por los musicales del director Robin Hardy, el resultado fue una inusual película que igualmente podría considerarse como terror, drama, comedia negra y musical.

Por cierto, el aspecto musical está perfectamente integrado a la trama, y ocurre en forma de coplas y rimas con las que los isleños acompañan sus rituales, desde un inocente juego infantil hasta una intensa seducción, donde la guapa Willow (Britt Ekland, en la escena más memorable de la película) trata de atraer al estoico Sargento Howie. No obstante, y en mi humilde opinión, es la canción infantil la que mejor engloba el mensaje de la película, y la que perfectamente ilustra la ideología pagana, basada en ciclos naturales y no en arbitrarias figuras divinas: "En el árbol había una rama, y en la rama había un nido, y en el nido había un huevo, y en el huevo había un pájaro, y en el pájaro había una pluma, y en la pluma había una cama, y en la cama había una mujer, y en la mujer había un muchacho, y en el muchacho había una semilla y en la semilla había un hombre, y en el hombre había una tumba, y en la tumba había un árbol, y en el árbol había una rama..."

Si bien "The Wicker Man" no presenta una religión específica, sus principios paganos siguen de cerca las antiguas ideologías celtas, druidas e incluso la moderna Escuela Wicca. Pero no por ello es necesariamente anti-cristiana; simplemente propone la validez de diversas opiniones y costumbres, presentando al Inspector Howie como cerrado e inflexible, cuya devoción es peligrosamente cercana al fanatismo, y a la intolerancia que ello implica. Sin embargo, otras personas han dicho que "The Wicker Man" es en realidad una denuncia del extremismo religioso: tan equivocado está Howie con su intolerancia, como los paganos con sus extremos sacrificios. Pero desde cualquier punto de vista, y bajo cualquier intención, es indudable que "The Wicker Man" es una película de devastador impacto y memorable resolución.

El económico guión logra crear un interesante misterio alrededor de la niña desaparecida, y cuando por fin llega el inolvidable final, nos damos cuenta de que es indiscutiblemente lógico y consistente con todo lo que hemos visto. Por eso quizás la película se disfruta más la segunda vez, pues se pueden apreciar mejor las pistas y giros que llevan a la inevitable conclusión. Además, la riqueza visual de la película, filmada en fantásticas locaciones, llena el ojo con detalles minúsculos, pero indispensables para crear un mundo etéreo y fantástico... pero genuinamente peligroso.

El elenco realiza un trabajo estupendo, con Edward Woodward (más conocido por su trabajo, años después, en la serie televisiva "The Equalizer" - El Justiciero) como el implacable Sargento Howie. Se rumora que el director ofreció el papel al veterano del terror Peter Cushing, lo cual hubiera sido simplemente fantástico, pero la elección de Woodward es igualmente sólida, al presentar un actor de carácter serio, que subraya la sobriedad del personaje. También se rumora que Christopher Lee (cuya carrera se solidificó con sus múltiples apariciones en las cintas de Hammer Films, pero que será más conocido para las audiencias modernas por sus participaciones en la nueva trilogía de Star Wars como el Conde Dooku, o como Saruman en la trilogía de El Señor de los Anillos) trabajó gratis para "The Wicker Man", y hasta la fecha la señala como la mejor película en la que participó. De hecho, fueron los esfuerzos y la influencia de Lee lo que consiguió que "The Wicker Man" tuviera mayor difusión, pues el estudio British Lion tenía muy poca fe en la obra, ¡hasta el punto de dejar que parte del negativo original fuera destruido! Afortunadamente el productor norteamericano Roger Corman consiguió (de algún modo) una copia completa, y es así como podemos hoy en día disfrutar de la versión original de 102 minutos. Aunque, francamente, la versión de 88 minutos que se estrenó en 1973 es casi perfecta por sí misma.

Acompañando a Lee y Woodward aparece un trío de actrices icónicas en el género: Britt Ekland ("Asylum", "Endless Night"), Diane Cilento ("Z.P.G.", "Spell of Evil") y la inigualable Ingrid Pitt ("The Vampire Lovers", "The House That Dripped Blood"). Pero, igualmente desafiando las expectativas del público, todas aparecen como simples mujeres de la isla: la hija del hostelero, la maestra de escuela, y la bibliotecaria. Muy apropiado para la película de terror que no es de terror.

Con el paso de los años, "The Wicker Man" se ha convertido en leyenda, en parte por la escabrosa historia de su realización, en parte por su irreverente intención, y en gran parte por su excelente equipo creativo, tanto al frente como detrás de las cámaras. Su engañosamente simple historia oculta gran significado (particularmente para esta época de fanatismo religioso e intolerancia social), por lo que es indispensable para todo aficionado al cine fantástico, a las películas de culto, o simplemente al buen cine mundial. Quizás algunos elementos de su trama parezcan ahora producto de la cultura "hippie", pero el mensaje ha trascendido a su época, y sigue teniendo igual validez e impacto que en su estreno, hace más de treinta años.

FOUCELLAS


Benigno Andrade García, O Foucellas, é o máis lendario e popular dos guerrilleiros antifranquistas. Naceu o 22 de outubro de 1908 na aldea das Foucellas, parroquia de Cabrui (Concello de Mesía), e morreu executado a garrote vil o 7 de agosto de 1952 na Coruña.

Aínda que o franquismo o acosou sen acougo, a súa astucia permitiulle fuxir das forzas represivas e converterse nun heroe silencioso do pobo. Tal foi así que o nome de Foucellas chegou a ser sinónimo de guerrilleiro en case todo o país.


1908, 22 de outubro: Nace nas Foucellas, parroquia de Cabrui (Mesía), Benigno Andrade. Traballa no campo, nunha leitaría e nas minas de carbón de Fabero (O Bierzo).

1930-36: Participa na fundación da célula comunista de Curtis, xunto co doutor Manuel Calvelo López, a muller deste, Isabel Ríos Lazcano, e a súa propia esposa, María Pérez Mellid.

1936: A Fronte Popular gaña as eleccións do 16 de febreiro. Andrade, afiliado á CNT, traballa nunha serraría no momento en que se produce o alzamento militar en Galiza, o 20 de xullo. Forma parte dunha columna que sae dende Curtis cara á Coruña en apoio das forzas leais á República, mais cando chegan a cidade xa está tomada polos sublevados. Regresa a Curtis e bótase ao monte para salvar a vida da represión que xa exercían os falanxistas e demais fascistas. Entre outros, mandaran fusilar a Calvelo no cárcere de Compostela.

1941: A Garda Civil toma consciencia da actividade guerrilleira do Foucellas. Sitúao á fronte dun grupo da Resistencia que operaba na zona de Arzúa e Sobrado dos Monxes. No tempo que leva fuxido sobrevive grazas á axuda do pobo, e noutros casos con atracos de subsistencia.

1943: O Partido Comunista lidera o proceso de subministro de armas aos fuxidos no monte. O Foucellas entra na IV Agrupación Guerrilleira de Galiza, convidado polo guerrilleiro Manuel Ponte Pedreira.

1944, finais de ano: IV Congreso de Federacións de Guerrillas. O PC faise co control da organización da loita guerrilleira en Galiza. Antón Seoane (xefe militar) e Xosé Gómez Gayoso (secretario xeral) regresan de Arxentina e Cuba, respectivamente, e toman o mando.

1945, febreiro: O Foucellas mata o cabo da Garda Civil de Curtis. Días despois férese involuntariamente coa arma que levaba no seu cabalo. A Garda Civil detén e interroga numerosas persoas, entre estas a súa muller, María Pérez, á que lle ofrecen cartos en troques de delatalo. Os seus compañeiros trasládano ao sanatorio San Nicolás da Coruña, onde o operan baixo o nome falso de Juan Fernández.

1945-1946: Pasa varios meses recuperándose nunha casa do barrio de Monelos. Asiste en varias ocasións ao estadio de Riazor, disfrazado de crego, para ver xogar ao Deportivo, do que era un gran seareiro, especialmente do porteiro Xoán Acuña.

1947, xaneiro: O Foucellas reincorpórase á loita armada. As discrepancias con Gómez Gayoso e Seoane -que non gustan do seu carácter anárquico- fan que mude a súa zona de actuación.

1947, abril: Matan o guerrilleiro Manuel Ponte, un dos máis activos do país. Como consecuencia, O Foucellas marcha destinado a bisbarras máis meridionais (Lalín, Caldas, Arousa) á fronte do Destacamento Manolito Bello da V Agrupación.

1948: O PCE (Santiago Carrillo e Dolores Ibárruri, A Pasionaria) e Stalin negocian a rendición das guerrillas. Comezan os malos tempos para a Resistencia en Galiza, xusto cando esta semellaba estar máis forte.

1948, 6 de novembro: Morren executados na Coruña Seoane e Gómez Gayoso.

1948-1951: A actividade guerrilleira do Foucellas diminúe a medida que van caendo os seus compañeiros de loita. No entanto, para as autoridades franquistas a súa captura convertérase en algo obsesivo, prometéndolles aos delatores cartos, propiedades e mesmo pasaxes para viaxar a América.

1952, 9 de marzo: A Garda Civil detén O Foucellas na Costa da Regueira (Oza dos Ríos), onde permanecía agochado nunha cova-refuxio, cando se ía asear ao río Mendo; estábase a preparar para ir de festa. Un dos disparos impáctalle nunha perna.

1952, 26 de xuño: Xúlgano en consello de guerra na Agrupación da Sanidade Militar da Coruña.

1952, 7 de agosto: Execútano a garrote vil no cárcere da Coruña. Os seus restos mortais repousan no cemiterio de San Amaro da cidade, nunha foxa común.

martes, 28 de diciembre de 2010

HILBILLIES Y EL BLUEGRASS


Como gentilicio, hillbilly es un término peyorativo usado en Estados Unidos para definir a los habitantes de ciertas áreas remotas, rurales o montañosas. En particular, el término se usa para describir a los residentes de los Apalaches, cordillera montañosa situada paralela a la Costa Este de los Estados Unidos, actualmente una de las zonas más deprimidas del país. En puridad, el término tiene una connotación de aislamiento respecto de la cultura dominante, no necesariamente de rechazo o resistencia a ella, y sólo es despectivo dependiendo del contexto en que se usa o el objetivo que se persigue.

Los orígenes del término son oscuros. Según Anthony Harkins, en su libro Hillbilly: A Cultural History of an American Icon, el término aparece impreso, por primera vez, en 1890, en un artículo del New York Journal, con la siguiente definición: "Hill-Billie is a free and untrammeled white citizen of Alabama, who lives in the hills, has no means to speak of, dresses as he can, talks as he pleases, drinks whiskey when he gets it, and fires off his revolver as the fancy takes him" (es decir, que un Hillbilly es un blanco de Alabama, que vive en las montañas, apenas se relaciona, viste como puede, habla como quiere, bebe continuamente whisky y dispara su revólver por diversión).

El uso del término Hillbilly, generalmente, se diferencia de otros términos que se refieren a la gente rural en los Estados Unidos, como hick, redneck o cracker.

Por extensión, Hillbilly se refiere también a la música tradicional propia de estas zonas, que se encuentra en la base del Bluegrass y el Country.

Los Montes Apalaches fueron colonizados, hacia 1700 por inmigrantes escoceses, galeses e irlandeses, que constituyeron una población bastante homogénea y, social y culturalmente, endogámica. Sus tradicionaes musicales, basadas en las baladas, gigas y reels, se mantuvieron incólumes durante dos siglos, a la vez que influyeron en el folclore de las zonas circundantes.

En su origen, el hillbilly se organizaba instrumentalmente alrededor de tres instrumentos de cuerda: mandolina, guitarra y violín (llamado fiddle), aunque eran también usuales el dulcémele y, más adelante, el banjo. Mucho más tarde, ya en el siglo XX, se le añade el contrabajo. Por su parte, el estilo vocal es fácil de reconocer: Voz solista aguda, casi estridente, con armonías de dos, tres y cuatro intervalos.

En los años 20 del siglo XX, la música tradicional de los Apalaches salió de su refugio, básicamente de la mano de la familia Carter, liderada por A.P.Carter, un vendedor de árboles frutales de Rye Cove (Apalaches meridionales), y de un programa de radio de Nashville, llamado Grand Ole Opry, que comenzó en 1925 y se grababa los sábados en directo, y que después fue transmitido por más de cuatrocientas emisoras de todo el país, y se convirtió en programa de televisión.

La familia Carter estuvo grabando entre 1927 y 1943, básicamente baladas de tradición anglosajona y cantos religiosos, y sólo en 1930, habían vendido ya más de diez millones de discos. No obstante, el primer artista del Grand Ole Opry fue el violinista Uncle Jimmy Thompson, que entonces pasaba de los 80 años, pero tenía una gran popularidad, aunque el primero en grabar un disco fue el violinista Fiddling John Carson. Un grupo, denominado Delmore Brothers, grabó un tema titulado Hillbilly boogie, que es el primer registro musical que usa esta palabra. Después, durante las décadas de los 20 y los 30, grabaron los Monroe Brothers, de Kentucky; los Dixon Brothers, de Carolina del Sur, Uncle Dave Macon, de Tennessee; el legendario Jimmie Rodgers, de Mississipi, que murió en 1933; y todos los grupos y artistas conocidos de hillbilly. Fue precismente en este programa, donde se aplicó, por primera vez, esta denominación a la música rural de los Apalaches.


En los años 40, encontramos a las estrellas más relevantes del hillbilly: Bill Monroe y los Blue Grass Boys, los banjistas Earls Scruggs y Doc Boggs, Lester Flatt y sus Foggy Mountain Boys, Clarence Ashley, Doc Watson ...

Como indica Donald Myrus, Nashville es al hillbilly lo que Hollywood fue para el cine en su época. A partir de los 50, la música rural se impregna del rhythm & blues en boga y comienza a desarrollarse el rock & roll, generándose un Sonido Nashville que se definió como Rockabilly, la música folclórica de la era electrónica, con artistas que alcanzaron enorme repercusión: The Greenbriar Boys, Johnny Cash, Jimmy Dean, Roger Miller, Marty Robins, Lefty Frizell o Hank Williams.

En esta época, comienza a denominarse al hillbilly, también, como Bluegrass. El nombre bluegrass procede del nombre del área en que se originó, llamada "región Bluegrass" (Bluegrass region), que incluye el norte del estado de Kentucky y una pequeña parte del sur del estado de Ohio. A su vez, la región tomó su nombre de la palabra "bluegrass" ("hierba azul"), nombre común de la poa de los prados, una gramínea del género Poa, frecuente en la zona. Bill Monroe, llamado el "padre del bluegrass" fundó en 1939 el grupo Blue Grass Boys, cuyo nombre era un homenaje a su estado natal, Kentucky. Este es el origen de la utilización del término para designar el estilo musical. El término no se popularizó en Estados Unidos hasta los años 50.

La música bluegrass es interpretada por bandas cuyos instrumentos principales suelen ser guitarra, banjo, mandolina, violín y bajo, a los que se añade en ocasiones el dobro. La parte vocal es armonizada en trío o dúo, siempre con una voz muy alta de característico sonido desgarrado y cautivante conocido como "high lonesome sound". En cuanto a la letra cuentan historias sencillas de tipo dramático, amoroso o religioso vistas desde el punto de vista de un montañés.

Los años 60, tienen sus propias figuras, en especial los New Lost City Ramblers de Mike Seeger, precursores del country rock. También, Frank Proffitt, que falleció en 1965; y el Kingston Trio, que popularizó el Tom Doodley de Proffitt. También se recuperó a algunos de los viejos: Roscoe Halcomb, Wade Ward o la dulcemelista Jean Ritchie.

A mediados de los años 80 hubo varios cambios importantes en el desarrollo estilístico del bluegrass. El bajo eléctrico sustituyó al bajo acústico, aunque los restantes instrumentos del conjunto continuaron siendo acústicos. Se hizo menos frecuente la utilización de la guitarra rítmica. Algunas bandas desarrollaron un estilo similar al conocido como "muro de sonido" ("wall of sound"). Destacan grupos como IIIrd Tyme Out y Lonesome River Band). A esta generación pertenece también la que es en la actualidad la intérprete más exitosa de este estilo, la cantante y violinista Alison Krauss. Por su acercamiento al pop independiente (indie) destaca también el grupo Nickel Creek.

jueves, 9 de diciembre de 2010

CINE DE ANIMACION CHECO


La historia de la famosa época del cine checoslovaco de dibujos animados empieza después de la Segunda Guerra Mundial. Sus más destacados representantes son Jiří Trnka, Karel Zeman y Hermína Týrlová.

El rápido desarrollo del cine de dibujos animados se favoreció paradójicamente por la nacionalización de la industria cinematográfica (1945) y por la incorporación a ella del reconocido artista Jiří Trnka. Trnka empezó su carrera profesional en los Estudios de Trucos Cinematográficos (AFIT) con mucho éxito.

En el año 1946 ganó el principal premio del festival de Cannes por su película “Zvířátka a Petrovští”, Animales y los bandidos (esta película, de un autor completamente desconocido en el mundo, venció a nombres del cine animado tan famosos como Walt Disney, Norman McLaren o Paul Grimault). Trnka y sus colaboradores, entre ellos Břetislav Pojar, Jiří Brdečka o Eduard Hofman (otras grandes personalidades del cine checo) crearon en los años siguientes toda una serie de películas famosas.

La empresa AFIT se dividió en el Estudio de Películas de Títeres, donde se quedó Trnka, y el Estudio de películas de dibujos animados “Bratři v triku”. A finales de los años 40 rodó Jiří Trnka en un tiempo récord tres largometrajes de animación y varios cortometrajes. En su tiempo fue más de lo que hizo cualquier otro en el mundo. Los proyectos de Trnka gracias a su éxito estaban respaldados por el estado, incluso después del comienzo de la dictadura comunista.

En los años cincuenta nacieron en el taller de Trnka las películas de gran renombre como “Bajaja”, El príncipe Baiaia (1950), “Staré pověsti české”, Las antiguas leyendas checas (1952), “Sen noci svatojánské”, El sueño de la noche de San Juan (1959) y otros, por los que Trnka fue llamado como Walt Disney del Este. La última película de Jiří Trnka, “Ruka”, La mano, de 1965, pertenece a una de sus obras más famosas.

De los colaboradores de Trnka alcanzaron el reconocimiento internacional Jiří Brdečka y Břetislav Pojar. Jiří Brdečka se dedicaba a la dirección de películas de dibujos animados. Břetislav Pojar es otra importante personalidad del cine checo de títeres. Ya su primer cortometraje “O skleničku víc”, Un vaso más (1954), obtuvo el éxito internacional (p. ej., el principal premio en el festival de Cannes). Las películas más conocidas de Pojar son la serie sobre dos ositos de peluche “Pojďte, pane, budeme si hrát”, Venga, señor, vamos a jugar, y “Zahrada”, El jardín, basada en un libro del mencionado Jiří Trnka. Desde los años noventa es Břetislav Pojar director de la Cátedra de la Animación de la FAMU en Praga.

Otro centro de cine animado se encontraba en Moravia. Los personajes principales de los Estudios de Zlín fueron Karel Zeman y Hermína Týrlová. A propósito, Týrlová había rodado sus primeras películas incluso antes que Jiří Trnka. Sus películas están dirigidas sobre todo al público infantil. La más conocida es “Vzpoura hraček”, La sublevación de los juguetes (1948).

Las películas de Karel Zeman se hicieron famosas sobre todo por su irrepetible poética basada en la combinación de actores vivos con los modelos animados sobre un fondo dibujado. Zeman encontraba los temas de sus obras en los libros de Julio Verne. Según una obra de Verne rodó también “Vynález zkázy”, Ante la bandera, su película más conocida.

Originariamente en los Estudios de Zlín también trabajaba Zdeněk Miler que se trasladó muy pronto a Praga al recién fundado Estudio de Bratři v triku. Miler es creador del popular personaje infantil del Topito cuyas aventuras ganaron mucha fama no sólo en la República Checa. (La primera película de Miler de este ciclo – Como el Topito consiguió los pantalones – ganó en 1957 el principal premio en el festival de Venecia.) El Topito se convirtió en uno de los símbolos del cine animado checo.

Otra personalidad destacada del Estudio de Bratři v triku fue Josef Kábrt, que también llegó a Praga desde Zlín. Su obra más famosa es la participación en el proyecto de largometraje checo-francés llamado “Divoká planeta”, El planeta salvaje (1973), diseñado por Roland Topor y dirigido por René Laloux.

La siguiente generación de creadores con estilo propio está representada en el cine de títeres por Lubomír Beneš, Jan Švankmajer y Jiří Bárta. Lubomír Beneš logró un gran éxito internacional con la adaptación para títeres del cuento clásico del rey Midas, “Král a skřítek”, El rey y el gnomo (1980). Su serie cómica “A je to!”, Pat y Mat, se ganó los corazones de los espectadores más pequeños.

Antes de empezar a dedicarse a la cinematografía Jan Švankmajer trabajó en la Linterna Mágica donde participó en las producciones que combinaban de una manera muy poética el teatro de actor, danza y cine. Es considerado como el creador de animación con uno de los estilos más peculiares que lleva marcados rasgos surrealistas. Rodó sus primeras películas en los años sesenta y hoy es uno de los creadores del cine animado vivientes más conocidos incluso fuera de su país.

La más destacada obra de Jiří Bárta es “Krysař”, El flautista de Hammelín (1985), una película de títeres basada en la antigua leyenda alemana, adaptada por el escritor checo Viktor Dyk.

Es de admirar con qué gracia supieron los creadores de cine animado superar los obstáculos y limitaciones del régimen totalitario. Seguramente fue una lucha muy dura, muchos proyectos no se pudieron realizar, otros fueron censurados, criticados o confiscados. A pesar de ello nacieron tantas obras extraordinarias de las que muchas pertenecen a la caja de tesoro del patrimonio cinematográfico mundial. El éxito internacional ayudó a los creadores como Trnka, Pojar, Zeman y Švankmajer a rodar películas según sus ideas.

La ventaja de la cinematografía nacionalizada fue el gran apoyo económico del estado, que se acabó después de la caída de socialismo y la desnacionalización de la industria cinematográfica. La producción checa de películas animadas cayó así en una difícil crisis financiera.

Actualmente nace una limitada cantidad de películas animadas. Entre los creadores, que lograron el éxito no sólo en su país, sino también en el extranjero, figuran Jan Švankmajer (“Něco z Alenky”, Algo de Alicia, 1992, “Lekce Faust”, Lección Faust, 1996), el director de películas de títeres Aurel Klimt, los maestros de la animación total Pavel Koutský –p. ej., Curriculum vitae (ganó el Oso de Oro en el festival de Berlín) y Michaela Pavlátová – su película “Řeči, řeči, řeči”, Talks, talks, talks (1992) fue nominada al Oscar.

El premio de la Academia Americana del Cine lo ganó otro checo, Jan Pinkava, que crea sus películas en el estudio americano de Pixar (pionero en la animación por ordenador). La película premiada se llama “Geri´s game”, El juego de Geri (1998).

La cinematografía checa de animación no se nutre sólo de su famosa tradición, sino que cuenta con muchos creadores de gran talento y originalidad que esperan su oportunidad para poder demostrar el famoso arte checo de animación en el ámbito internacional.



martes, 30 de noviembre de 2010

GARRINCHA


"La diferencia con Pelé es que yo apenas supe driblar los problemas con los pies", dijo una vez, sobre su millonario ex compañero de la selección brasileña, Garrincha, muerto hace 25 años en un hospital de Río de Janeiro, con sus órganos devorados por el alcohol.

El 20 de enero de 1983 Garrincha murió a los 49 años de cirrosis hepática. Su tumba hoy está abandonada.

Sólo la visita el viento y la lluvia, dijo el cuidador del cementerio de Pau Grande, la ciudad del interior de Río de Janeiro donde nació el crack que brilló en Botafogo.

La imagen de Garrincha, héroe de Brasil en los Mundiales de Suecia 1958 y 1962, es la de la "Alegría del Pueblo" por sus regates inolvidables que nadie en la historia igualó. A tal punto que a sus marcadores de punta los llamaba de "Joao", a todos por igual. "Hoy me marca Joao", solía decir antes del juego.

Su biografía, llamada "Estrela Solitaria" y escrita por el periodista Ruy Castro, es el libro de cabecera del presidente Luiz Lula da Silva, quien habitualmente recuerda al futbolista con alegría y un poco de misericordia.

Muerto en la pobreza, 14 hijos (uno nacido en Estocolmo tras su paso por Suecia 58), tres matrimonios frustrados, el más famoso con la cantante Elza Soares, Garrincha fue el espejo roto de Pelé. Nunca fueron amigos y ambos, cuando se encontraban, aclaraban eso, en total armonía y sinceridad.

Un encuentro armado por una revista deportiva Placar en 1982 juntó a Pelé y a Garrincha, según la biografía de Ruy Castro. Cerca de la muerte, Garrincha le dijo en esa entrevista a Pelé: "Oye rey, no tienes algunas monedas para prestarme, sé que estás llenos de verdes (dólares)".

Alcohólico, mujeriego, salidor, irreverente, Garrincha se mezclaba con el pueblo en los carnavales, en los bailes, en partidos de fútbol sin importancia. Se alejaba de quienes lo elogiaban, pero se acercaba a los bares, que le fiaban la cerveza y la cachaça.

Nacido en Pau Grande y criado por su hermana mayor, Garrincha llegó al mundo con características físicas genéticas alteradas: sufría de distrofia física, sus piernas torcidas. La izquierda era seis centímetros más corta que la derecha.

A tal punto que en los test psicofísicos para el Mundial de Suecia 1958 sacó 38 puntos, contra los 123 necesarios para subirse al avión hacia Estocolmo.

Condenado a dejar el fútbol por ese test, Nilton Santos, lateral izquierdo de Botafogo encabezó un movimento interno dentro del plantel donde brillaban Didí y Vavá que dio sus frutos y Manoel dos Santos, Garrincha, consiguió un asiento hacia Europa.

La táctica de ese equipo es recordada aún por los periodistas deportivos: "Hay que dársela a Garrincha".

El aniversario 25 de la muerte de Garrincha -cuyo nombre lleva el estadio de Brasilia- se enmarca en una disputa entre Botafogo y los hijos del crack.

La familia reclama que la estatua en homenaje a Garrincha sea mantenida en el el estadio Maracaná, mientras que Botafogo quiere llevarla hacia su nueva cancha, el estadio Joao Havelange.

La biografía de Ruy Castro tardó en salir a la venta porque fue objetada en 1995 ante la justicia por la familia del crack, dado que el escritor escribió que todos los relatos de las amantes y amigos de él, hablaban de la extensión de su pene, de 25 centímetros, como algo inusual.

Un juez resolvió que ese dato era válido y hasta positivo para el crack en una sociedad machista.

Garrincha apenas perdió un partido con la selección brasileña, contra Hungría en Inglaterra 66. Y un dato más que llamativo: nunca Brasil cayó con Garrincha y Pelé jugando juntos con la verdeamarilla.

Comenzó en Pau Grande, en un equipo de la fábrica textil del pueblo, luego fue a Botafogo (cinco títulos), Atlético Junior de Colombia (1 partido), Corinthians, Flamengo, Olaría. Su último partido fue a los 48 años para Planaltina, en los suburbios de Brasilia, luego de años regados por alcohol, violencia familiar causada por la abstinencia, hospitales y bolsillos vacíos.

Los especialistas atribuyen a Garrincha el Mundial 1962 ganado por Brasil en Chile, dado que Pelé quedó fuera de la competición por lesión.

Tras enterarse de la muerte de Garrincha (sobrenombre dado por un pájaro de las sierras de Rio de Janeiro) Carlos Drummond de Andrade, uno de los mayores poetas de la historia de Brasil, lo lloró: "Fue un pobre y pequeño mortal que ayudó a un país entero a suspender las tristezas. Lo peor es que las tristezas vuelven y no hay otro Garrincha disponible. Se necesita un Garrincha nuevo que nos alimente el sueño".


QUATERMASS Nº7


La labor de la revista Quatermass apoyando el cine de terror ha resultado encomiable desde sus principios, tanto por sus números especiales en colaboración con diversos festivales de la geografía de nuestro país como la Semana de Cine de Terror de Bilbao o la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, como por los monográficos sobre el cine de dicho género, como el que dedicó en su momento al cine de terror español o al cine de terror británico. En esta ocasión dedican su último número a realizar una increíble Antología del Cine Fantástico Italiano, que les ha llevado una ingente cantidad de trabajo y que ha visto la luz gracias a la mutua colaboración entre el director de la publicación y el certamen Retroback – Festival Internacional de Cine Clásico de Granada.

En cuanto al volumen que nos ocupa decir que estamos ante una antología con mayúsculas, esencial para conocer el cine fantástico italiano producido en los últimos 100 años. Hay que destacar tanto el trabajo de edición, con un papel de alta calidad en sus más de trescientas páginas, además de una maquetación que sigue la línea habitual de la publicación con la inserción de más de 1.700 fotografías a todo color, como el contenido en si, en el que han colaborado más de cincuenta especialista internacionales, tanto españoles, como Carlos Aguilar ó Ramón Freixas, como italianos, ingleses, franceses, japoneses y canadienses.

Además de la sección habitual dedicada a las cartas a los lectores y un seguimiento a lo que han dicho en otros medios de publicación sobre la revista, se introduce en el tema central del amplio volumen con una serie de artículos sobre las diferentes tendencias del fantástico italiano: “Gótico italiano”, “40 años de ciencia-ficción”, “Peplum y fantasciencia”, “Del fumetto a la pantalla”, etc… Posteriormente se analiza en profundidad la obra de cuatro cineastas italianos: “Mario Bava: el arte, la magia, la líbido“, “Ricardo Freda: La cara oculta de Mr. Hampton”, “Antonio Margheriti: el talento del superviviente” y “Lucio Fulci: La rebelión del carnicero“. Incluye también catorce entrevistas con diferentes directores italianos como Dario Argento, Pupi Avati, Erika Blas, etc…, además de una antología crítica de películas y otra de bandas sonoras, que completan la visión panorámica del cine fantástico italiano que nos ofrece este fantástico libro.

En resumen, una obra esencial para cualquiera que desee conocer la historia del cine fantástico y de terror italiano y que, aunque asusta por su elevado precio, este se encuentra perfectamente justificado tanto por la calidad del contenido, avalada por la cantidad de colaboradores presentes, como por la edición, que no tiene nada que envidiar a las realizadas por grandes editoriales.

sábado, 27 de noviembre de 2010

EL MISTERIOSO ZUMBADOR DE LA UVB-76

Fuente:  http://www.cabovolo.com/2010/04/misterio-zumbador-uvb-76.html

Han pasado casi 30 años desde que alguien detectara por primera vez con un receptor de onda corta un extraño zumbido en la frecuencia 4.625kHz. Un zumbido que se repite 30 veces por minuto, todas las horas del día, todos los días del año. Hoy en día, se sabe desde donde se emite la señal, Povarovo (Rusia), pero se sigue desconociendo casi todo lo demás.

Se desconoce cuándo comenzaron sus emisiones, aunque parece ser que fue en 1982 la primera vez que alguien reparó en sus pitidos. Un día de ese año, alguien sintonizó la frecuencia 4.625kHz en su receptor de onda corta y pudo oír un pitido de 2 segundos de duración que se repetía de manera continua. La noticia del descubrimiento comenzó a extenderse entre los entusiastas de la onda corta que se preguntaban cuál sería el fin de una emisión así.

La emisora continuó emitiendo la misma inquietante “programación” hasta comienzos del 1990, cuando cambió su repetitivo pitido por un zumbido de 0.8 segundos de duración. De manera constante, se emitía el zumbido unas 21 o 34 veces por minutos, dejando intervalos de 1 o 1.3 segundos entre un zumbido y el siguiente. Durante el último minuto de cara hora, el zumbido cambiaba por un tono continuo que duraba todo el minuto.

La “programación” volvió a sufrir cambios el 16 de enero de 2003, cuando se alargó la duración de los tonos que, además, pasaron a ser más agudos. Aunque, desde entonces, se ha vuelto a la señal anterior.

La emisora emitía, y sigue haciéndolo, las 24 horas del día con una potencia aproximada de 10 kW, aunque entre 7:00 y 7:50 (GMT) lo hace con una menor potencia (2.5 kW), según algunos, porque es cuando se llevan a cabo las labores de mantenimiento.

Aunque no todos son pitidos y zumbidos, sino que es frecuente que se oigan conversaciones lejanas en ruso y otros ruidos de fondo. Podrían ser producidas por la conexión accidental de algún micrófono o porque el aparato que genera el zumbido no está conectado directamente a la emisora sino que está delante de un micrófono, aunque no sería lo más normal. Al parecer, una de estas conversaciones se escuchó el 3 de noviembre del 2001: “Soy el 143. No recibo el oscilador.”. A lo que siguió un “Esto es lo que la sala de operaciones está enviando” o “estas son las órdenes de operaciones”.

También se han escuchado mensajes, aunque muy pocos. Durante los años que se lleva monitorizando la frecuencia, parece que no han sido más de tres o cuatro los mensajes interceptados. El primero, a las 21:58 (GMT) del 24 de diciembre de 1997. Varias series cortas de pitidos sustituyeron al insistente zumbador y, al cabo de un momento, una mujer hablando en ruso anunció: “Ya – UVB-76. 18008. BROMAL: Boris, Roman, Olga, Mikhail, Anna, Larisa. 742, 799, 14” (los nombres son del alfabeto fonético ruso, que sirve para deletrear). El mensaje fue repetido varias veces hasta que otra serie de pitidos marcó el fin y se volvió a la monotonía del zumbador. Ese día no se oyeron más voces.

Esta primera emisión hablada permitió averiguar el indicativo de la emisora, UVB-76, y el lugar desde el que emitía, Povarovo, a unos 40 kilómetros al noroeste de Moscú. Sin embargo, el propósito de la emisión continuaba siendo un misterio.

Una voz similar se pudo escuchar el 12 de setiembre del 2002, aunque muy distorsionada, lo que hizo muy difícil entenderla completamente. Lo que se pudo transcribir era algo así como “UVB-76, UVB-76. 62691 Izafet 36938270.”

No se volvió a escuchar ninguna otra voz hasta varios años después. Eran las 7:57 (GMT) del 21 de febrero del 2006. Otra vez, extremadamente distorsionada, pero esta vez pudo grabarse. “75-59-75-59. 39-52-53-58. 5-5-2-5. Konstantin-1-9-0-9-0-8-9-8-Tatiana-Oksana-Anna-Elena-Pavel-Schuka. Konstantin 8-4. 9-7-5-5-9-Tatiana. Anna Larisa Uliyana-9-4-1-4-3-4-8.” (supuesta grabación en mp3).

Según parece no ha habido más mensajes y, hoy en día, el propósito de la emisora continúa siendo desconocido. Según algunas webs, su misión es la de “transmitir órdenes a las unidades militares y a los centro de reclutamiento del distrito militar de Moscú”. De manera similar, otra teoría defiende que las órdenes irían destinados a los espías rusos que se encuentran en misión en el extranjero. Ambas teorías se verían reforzadas por un rumor que sitúa en el lugar desde el que se ha situado la emisora un centro de comunicaciones del Estado Mayor ruso.

De ser cierto, se trataría de una “emisora de números” más. Un tipo de emisoras de onda corta que suelen emitir voces sintetizadas leyendo series de números, palabras o letras (normalmente de un alfabeto fonético) sin una relación aparente. Habitualmente, suele ser una voz de mujer, pero en ocasiones puede ser la de un hombre o un niño o niña. Existen emisoras de este tipo en varios idiomas, y no siempre emiten números o palabras. Algunas emiten pitidos, código Morse o, incluso, algún trozo de una canción tradicional.

Aunque ningún gobierno lo ha reconocido públicamente, algunos entusiastas y expertos en espionaje creen que estas emisoras están dedicadas a la transmisión de órdenes y mensajes cifrados a los espías. Un método simple, pero efectivo.

Sin embargo, en el caso de la UVB-76, pese a guardar algunas similitudes con estas misteriosas emisoras, parece bastante improbable que sea una de ellas, puesto que sólo ha transmitido un simple zumbido durante los 15 años previos al primer mensaje hablado.

Otra explicación más pacífica sería que el zumbador serviría para el estudio las variaciones de la ionosfera, en el tiempo y en el espacio, mediante la observación de las modificaciones de frecuencia que experimenta la señal reflejada por esta parte de la atmósfera respecto a la original. Este “método Doppler de alta frecuencia” apareció en una publicación científica rusa sobre Ciencias de la Tierra. Sospechosamente, además, la frecuencia usada por ese estudio y la del zumbido, 4.625 kHz, coinciden.

Una última posibilidad sería que el sonido que sirviera para informar del correcto funcionamiento de algún tipo de instalación importante, probablemente militar. Podría ser, por ejemplo, algún sistema similar al conocido como “botón de la mano muerta”. Es decir, un sistema semi-automático capaz de responder a un ataque nuclear occidental aunque este hubiera matado ya a los jefes militares o políticos soviéticos.

En cualquier caso, el misterio continúa mientras los transmisores Molniya-2M (PKM-15) y Molniya-3 (PKM-20) siguen emitiendo día y noche a través de una antena de unos 20 metros de altura su inquietante zumbido.


viernes, 15 de octubre de 2010

TRANSNISTRIA, EL PAIS INEXISTENTE


Ya sólo el nombre del país resulta curioso. Recuerda a los Syldavia y Borduria de las aventuras de Tintín, a la patria de Tom Hanks en La Terminal, Krakozhia, o al reino de Ruritania, donde se desarrolla El prisionero de Zenda.

Pero a diferencia de todos ellos, Transnistria existe realmente. Se trata de una estrecha franja de territorio moldavo situada entre el Río Dniester (de ahí el nombre) y la frontera con Ucrania. Tiene poco más de 4.000 kilómetros cuadrados (más o menos el tamaño de la provincia de Pontevedra) y en él viven unos 550.000 habitantes transnistrios. Su nombre oficial en ruso es Pridnestrovie, o Pridnestrovskaya Moldavskaya Republika, República Moldava de Transnistria. La capital es Tiraspol, ciudad de unos 150.000 habitantes. La principal institución de Transnistria es el Soviet Supremo. Sí, habéis leído bien, el Soviet Supremo. Es la única República Soviética superviviente tras la caida de la URSS en 1991. Resiste como un Estado independiente de facto, pese a que es unánimemente reconocida como una provincia de Moldavia, gracias a la protección que le brinda Rusia.

El problema transnistrio es, como en muchos otros casos, de origen étnico. La mayor parte de la población moldava es rumana (de hecho, Moldavia fue parte de Rumanía hasta 1940), pero la región al este del río Dniéster es mayoritariamente de habla rusa o ucraniana, siendo los rumanos una minoría importante (31% de la población), pero minoría. Una de las primeras medidas de la República Socialista de Moldavia, en el marco de la Perestroika, y antes del colapso de la URSS y de su independencia de ésta, fue retornar a la grafía latina y al idioma rumano, en lugar del cirílico y el ruso oficiales hasta entonces. Ello provocó los primeros roces entre la población rusófila y los moldavos rumanos de Transnistria, y, más tarde, la declaración unilateral de independencia por parte de mandos soviéticos opuestos a la Perestroika, el 2 de septiembre de 1990, un año antes de la independencia moldava. La declaración no tuvo ningún efecto inmediato, pero ni la Unión Soviética (que se desintegraría un año más tarde), ni la RSS de Moldavia, ni ningún otro país hicieron ningún movimiento, por lo que las fuerzas separatistas, ejerciendo una fortísima presión sobre la minoría rumana, fueron tomando lentamente el control del país. En septiembre de 1991, tras el fallido golpe de Estado en Moscú que hizo a Boris Yeltsin subirse a un tanque, Moldavia proclamó su independencia, pero, carente por completo de cualquier ejército o fuerzas armadas, no pudo realizar ningún tipo de movimiento para recuperar el control de Transnistria.

En marzo de 1992, mientras el ejército serbio preparaba el asedio de Sarajevo, las fuerzas armadas de Moldavia invadían Transnistria para recuperar el control de la región. Enfrente se encontraron al ejército de Transnistria, formado fundamentalmente por soldados soviéticos del 14º ejército ruso, y con material ruso, pues en Tiraspol se encuentra uno de los mayores almacenes de armas de Europa. El general al mando de dicho ejército en 1990, de hecho, fue el primer ministro de defensa de la República tras la declaración de independencia, aunque posteriormente fue sustituido por una figura más neutral, y gran parte de los soldados del ejército de Transnistria desertó de las filas rusas tras declarar Boris Yeltsin la neutralidad en el conflicto moldavo. No obstante, gran parte del material utilizado en la guerra era ruso, sustraido por los soldados transnistrios que habían cambiado de fuerzas armadas.

La guerra concluyó en julio de 1992, sin llegar nunca a ser una guerra abierta, sino más bien una sucesión de escaramuzas localizadas en tres puntos distintos del país. El ejército ruso permaneció desplegado por el territorio transnistrio como fuerza de paz, algo que es considerado por las autoridades moldavas como una ocupación ilegal. La guerra civil provocó, según las cifras oficiales, algo más de millar y medio de muertos entre soldados y civiles moldavos, y combatientes transnistrios y rusos.

Aunque de facto el país proclamó su independiencia hace más de 17 años (como República Socialista Soviética Moldava de Transnistria), ni un solo país del mundo ha reconocido a Transnistria, y tanto la ONU como todos los organismos internacionales reconocen a Transnistria como parte de Moldavia. Las únicas entidades que reconocen a Transnistria como régimen legítimo son Nagorno-Karabaj, Osetia del Sur y Abjasia, otros tres países no reconocidos de los que hablaremos otro día. Es por ello que Transnistria, oficialmente, no existe. Hasta tal punto está rechazado por la comunidad internacional que los miembros del Soviet Supremo tienen prohibida su entrada en la Unión Europea, incluido el presidente, Igor Smirnov. Pero a todos los efectos es un Estado independiente, con sus propias leyes, moneda e instituciones.

La moneda oficial es el Rublo de Transnistria, que, obviamente, carece de cualquier tipo de cambio oficial más allá del que marquen las autoridades locales, y no es convertible en ningún otro lugar del mundo más que en la pequeña república. El cambio a día de hoy está en unos doce rublos por euro. Cualquier documento de identificación local es unánimemente rechazado fuera de las fronteras del país, lo que ha provocado que 400.000 residentes en Transnistria se hagan con el pasaporte moldavo, según las autoridades de Chisnau.

Transnistria tiene un aparato de propaganda en Internet muy bien montado. Desde el periódico en inglés de la capital, el Tiraspol Times (la mitad de cuyas noticias están dedicadas a proclamar a los cuatro vientos lo feos, gordos, corruptos e infelices que son los moldavos) hasta la web oficial del país, pasando por la de la oficina de turismo, toda la información que produce el régimen separatista destaca lo maravilloso del lugar, especialmente comparado con Moldavia.

Pero la realidad es otra, claro. Un testimonio de primera mano y en español lo podemos encontrar en el blog de Banyuken, en cuatro partes (1, 2, 3 y 4). El relato nos presenta un lugar habitable, pero corrupto hasta la médula, pobre y bananero, además de infectado con la clásica paranoia comunista. Transnistria es un centro internacional de tráfico de armas, y las pocas fábricas que hay en Tiraspol se dedican a la manufactura de éstas. Las libertades civiles básicas están en entredicho (el presidente Smirnov fue reelegido en 2006 con más de un 80% de los votos), y la minoría rumana se ha visto acosada a lo largo de este siglo con clausuras de escuelas que enseñan en rumano y otras medidas de persecución.

La situación, pese a la propaganda gubernamental, es bastante mala. Ucrania bloqueó, durante varios meses de 2006, todas las importaciones y exportaciones de la república separatista, provocando una importante crisis en el país. El cruce de intereses rusos, moldavos, ucranianos y europeos no tiene visos de solución a corto plazo, por lo que, mientras tanto, Transnistria seguirá existiendo sin existir.

Lugares que no existen – Transnistria
Por Diego González

lunes, 11 de octubre de 2010

EL SANTO DE LOS NARCOS

Jesús Malverde es un personaje del folclore del Estado mexicano de Sinaloa que habría sido salteador de caminos y es venerado como santo por muchos, aunque su existencia real está discutida. La Iglesia Católica no le reconoce estatus oficial de santo, porque afirma que no tiene datos concretos sobre su vida ni los milagros que habría realizado, pero su culto se ha extendido por todo Sinaloa y fuera de él. Se le han levantado varias capillas: la originaria se halla en Culiacán; también las hay en Tijuana, Badiraguato y Chihuahua, en la carretera que lleva al aeropuerto. Incluso se han construido otras fuera de las fronteras de México, como en la ciudad colombiana de Cali y en Los Ángeles, Estados Unidos. 

Los relatos sobre su vida son muy variados, y es imposible dilucidar qué aspectos son reales y cuáles son inventados. De acuerdo con las creencias locales, Jesús Malverde fue un bandolero que operaba en los Altos de Culiacán. Asaltaba y robaba a hacendados y familias adineradas de la región, entre los que se encontraron los Martínez de Castro, los Redo, los De la Rocha o los Fernández: posteriormente repartía el botín entre la gente pobre. Se afirma que la muerte por hambre de sus padres, víctimas de los abusos de los terratenientes, fue lo que le movió a ello. Según la tradición, antes de hacerse al monte, Malverde podría haber sido albañil u obrero en el tendido de vías férreas. Se supone que habría trabajado en la obra del Ferrocarril Occidental de México y en el Ferrocarril Sud-Pacífico, línea que llegó a Culiacán desde el norte en el año 1905. Sus asaltos a oligarcas hicieron que el entonces Gobernador del Estado, el general Francisco Cañedo, compadre de Porfirio Díaz, ofreciera recompensa por su captura. Perseguido por las autoridades, Malverde habría muerto el 3 de mayo de 1909. No existe acuerdo sobre la forma en la que murió: según algunas versiones fue aprehendido por la policía y ejecutado; también se cuenta que un compañero lo traicionó para cobrar el dinero ofrecido por el Gobierno. La narración más extendida es que recibió una herida de bala en un enfrentamiento con las fuerzas de la ley, que le produjo una gangrena. Malverde, sabiendo que no sobreviviría y que la recompensa por su captura aumentaba, soportó mientras pudo antes de pedir a un amigo que lo entregara para recoger la recompensa y repartirla entre los pobres ademas es un santo utilizado para cruzar cargas de polvo (cocaina,) en Culiacán han existido casos que aseguran haber visto a Malverde en medio de balaceras, incluso les salva la vida recibiendo un balazo en la nuca.

En torno a la figura de Malverde se ha desarrollado un culto sincrético que une creencias propias del catolicismo popular y otras que la Iglesia Católica considera supersticiones. Al no haber sido aceptada su santidad por la Iglesia catolica, y siguiendo la ortodoxia católica, normalmente no se le denomina santo, sino "ánima". Su figura ha ingresado en la religiosidad popular junto con figuras como San Judas Tadeo, la Virgen de Guadalupe, el Sagrado Corazón o la Santa Muerte, de los que se pueden también encontrar representaciones junto a las imágenes de Malverde. En general, el culto está fuertemente impregnado por los usos y costumbres del catolicismo, siendo un ejemplo de esto la celebración de novenas. Desde el fallecimiento del bandido se forjó la reputación de una especie de Robin Hood que lo ha hecho popular entre la gente pobre de Sinaloa. Muchos solicitan su intercesión y se le han atribuido diversos milagros, curaciones y bendiciones, como devolver una vaca perdida a su dueño o la curación de un cáncer.Tras su ejecución, hubo una proclama gubernamental prohibiendo la inhumación de los restos, quedando éstos a la intemperie y pendiendo de un mezquite a manera de escarmiento (según otras versiones, fue su cabeza la que se cortó y colocó en un árbol, a la vista de todos, como advertencia a sus partidarios). Con el paso del tiempo, los restos cayeron al suelo. Fue cuando los habitantes del viejo poblado de Culiacán comenzaron a arrojar piedras para proteger el cuerpo, pues aunque la restricción se aplicaba a un entierro en ningún lugar se prohibía "empedrar"; al colocar además cada persona una piedra por vez, nadie incumplía personalmente la prohibición. En la actualidad continúa la tradición de llevarle, además de flores o veladoras, piedras del lugar de origen de los devotos, como forma de rendir culto.La acumulación de piedras creó un montículo que dio lugar a una tumba. Con la expansión de la ciudad de Culiacán, la tumba fue destruida y los huesos de Malverde trasladados a una capilla. El sepulcro de Malverde atrae a miles de devotos cada año. Muchos dejan velas u otros objetos asociados con sus vidas, y algunos pescadores dejan camarones en alcohol en agradecimiento por una buena pesca. Otras personas dejan fotografías de aquellos que necesitan ayuda. Cuando algún milagro tiene lugar, vuelven a agradecerlo a Malverde, a menudo dejado placas que lo conmemoran.

A Malverde, al igual que a cualquier otro santo de influencia católica, se le atribuye especialización en el tipo de milagros que puede realizar, llamados advocaciones. La más conocida, por controvertida, es la protección de las personas dedicadas a la producción o tráfico de drogas; sin embargo, no es la única. Tradicionalmente, sus devotos le atribuyen la protección de los emigrantes que cruzan irregularmente a Estados Unidos, función que comparte con Juan Soldado, así como de sus familiares que quedan en México. Existen en las rutas más frecuentes de cruce de la frontera santuarios donde se han encontrado figuras de Malverde. Se le atribuye, asimismo, la protección de los pobres al enfrentar causas penales, por lo que en muchas zonas del país se le relaciona con San Judas Tadeo, patrono de las causas perdidas.

Jesús Malverde, como se ha dicho, es conocido como "El Santo de los Narcos". Supuestamente, en los años 70, el capo Julio Escalante ordenó matar a su hijo Raymundo por realizar negocios sin su conocimiento. Según se afirma, herido de bala y arrojado al mar, Raymundo suplicó a Malverde su ayuda y fue entonces salvado por un pescador. Desde ese momento, famosos narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca y Amado Carrillo Fuentes comenzaron a acudir a la capilla de Malverde. Algunos días se pasan grupos musicales a las afueras de la capilla interpretando los conocidos "narco corridos" sin ningún motivo aparente, pero la verdad están haciendo tributo a Malverde, en agradecimiento porque se ha pasado droga al otro lado de la frontera con Estados Unidos. Gilberto López Alanís, no obstante, considera que la vinculación de Malverde con el narcotráfico es una deformación del culto. También Jesús Manuel González, encargado de la capilla de Jesús Malverde en Sinaloa, rechaza esta conexión.

Para muchos, la existencia de Malverde es real. Existía una tradición que afirmaba que su verdadero nombre era Jesús Juárez Mazo, nacido el 24 de diciembre de 1870, y que "Malverde" era un apodo derivado de "el Mal Verde", dado que realizaba sus asaltos entre la espesura verde del monte. Por otra parte, a finales de 2004, según Gilberto López Alanís, director del Archivo Histórico de Sinaloa, se encontró en los archivos del Registro Civil de Culiacán un acta de nacimiento de 1888 de un niño llamado Jesús Malverde, hijo de Guadalupe Malverde. El acta diría lo siguiente:

En Culiacán a 5 de marzo de 1888 el juez del estado civil de esta capital hace constar que el encargado del registro civil de esta capital de Paredones ha remitido a este Juzgado un acta del tenor siguiente:"En Paredones, a 15 de Enero de 1888, ante mi, Marcelino Zazueta, compareció el C. Cecilio Beltrán, mayor de edad, soltero, jornalero y de esta vecindad, y presentó un niño vivo, nacido en este lugar hoy a las 5 de la mañana, a quien se puso de nombre Jesús, hijo natural de Guadalupe Malverde, mayor de edad, soltera, y de este punto.Fueron testigos de este acto los CC. Cipriano y Tiburcio Espinoza, mayores de edad, solteros, jornaleros, y de este don.. la presente acta interesada exponente y testigos manifestaron su conformidad, ratificaron su contenido, no firmado, por no saber..."

Diversos investigadores afirman que, aunque pueda tener una base real, no existió un Jesús Malverde tal y como narra la leyenda. Ésta es la opinión expresada por la historiadora sinaloense Patricia Castro, para quien Malverde es un producto de un pueblo que rechaza la injusta división del trabajo y de sus beneficios. César Güemes afirma en su trabajo Jesús Malverde: de bandido generoso a santo laico, por el que obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez en el 2000, que se trata de un mito popular, parecido a otros sobre bandidos generosos.

Jesús Malverde ha inspirado numerosas manifestaciones artísticas de todo tipo, que a su vez han contribuido a la expansión del culto. Esto es especialmente así en relación con la música: existen mas de 56 canciones y corridos dedicados a él. Óscar Liera escribió una obra teatral inspirada en su figura, titulada El Jinete de la Divina Providencia y convertida en película con el mismo título.; Manuel Esquivel Alva, a su vez escribió una novela que aborda la biografía del personaje (Esquivel, Manuel; Jesús Malverde el santo popular de Sinaloa; editoral Jus, México, 2008, ISBN 968-607-412-010-3). Así mismo, varios grupos norteños le han dedicado corridos. Tal es el caso de los Cadetes de Linares, así como películas. Sus fieles no solo son narcotraficantes, sino también de familias pobres o de bandidos que, antes de realizar un asalto grande, se encomiendan, ya que lo conocen como el "angel de los pobres". En México, cada vez son más fieles que se encomiendan a él y han levantado varios altares en su honor, como el ubicado en la colonia Doctores en México D.F., en donde varios años se levantó un altar a Malverde, un lugar que es considerado por la Secretaria de Seguridad Pública como un foco rojo. Fuentes no oficiales, identifican al coloso que levantaron el 15 de septiembre como el propio Jesús Malverde. 

viernes, 1 de octubre de 2010

THE RESIDENTS

Cuenta la leyenda (la leyenda que ellos quieren que se cuente) que allá por el 68 cuatro (o quizás cinco) adolescentes de Shreveport, Louisiana (EE.UU.), hartos de la chatura mental sureña partieran rumbo a los dorados horizontes de la California hippie. Pero, a diferencia de otras historias similares, esta no transita los remanidos caminos del Flower Power sino que se interna por los senderos freak que estaban empezando a marcar los baquianos Zappa y Captain Beefheart, claro que con un desparpajo que preanuncia al punk: a diferencia de estos dos músicos los proto-Residents apenas sabían tocar sus instrumentos (o eso es lo que ellos quieren que nosotros creamos). Pero esta deficiencia la suplen con su frescura y con su fascinación con las nuevas tecnologías de grabación, se van afianzando en el uso del estudio como instrumento y muy pronto sus extraños experimentos comienzan a cobrar una cierta notoriedad en el circuito under. Una copia de estas cintas llega hasta Inglaterra, la escucha un ignoto guitarrista de blues llamado Phillip Lithman (luego conocido como Snakefinger) quien, según la leyenda, parte inmediatamente rumbo a California en busca de estos muchachos (que aún no se llaman The Residents), llevando consigo al "Misterioso N. Senada", un compositor de vanguardia al que había conocido en un bosque de Bavaria. 

¿Quién es N. Senada? Nadie lo sabe (aún), probablemente sea un personaje ficcional aunque muchos apuestan que se trata de Harry Partch, un compositor norteamericano cuya música se parece mucho a la de los Residents. Otros candidatos son John Cage y Captain Beefheart, quizás N. Senada sea una mezcla de los tres, quizás N. Senada sea una persona real, no se sabe. Pero lo cierto es que sus teorías son las que terminan definiendo la música de The Residents. Una de ellas, la Teoría de la Oscuridad se basa en el hecho de que un artista trabaja mejor si no tiene presente la posibilidad de que su obra llegue alguna vez a ser pública. Y la otra teoría, la de la Organización Fonética dice que el músico debe encontrar primero los sonidos que desea y luego, a partir de ellos, construir la música (en equivalencia a la fonética del lenguaje, el cual es una agrupación de sonidos que luego devienen en significado).

Entusiasmados, en 1971 los amigos graban un demo que envían a Hal Halverstadt, el ejecutivo de la Warner que había descubierto a Captain Beefheart. El demo (conocido como el Warner Brothers Album) es devuelto e, involuntariamente, bautiza a la banda: como no habían dado ningún nombre, el sobre es enviado a "los residentes" del 20 de Sycamore St.

Y aquí comienza la "verdadera" historia de The Residents. Forman su propio sello grabador, Ralph Records, en la Navidad de 1972 editan un set de dos simples (Santa Dog) y unos meses después aparece su primer LP, Meet the Residents, cuya tapa ya es un manifiesto de las intenciones de estos muchachos: Es, simplemente, la de Meet the Beatles con las caras de los Fab Four salvajemente retocadas. Y la música no se queda atrás: canciones en las que la ironía, la libertad y la desprolijidad son los ejes estéticos con instrumentos deformados siguiendo melodías obsesivas y estúpidamente simples sobre bases rítmicas imposibles, sampleos primitivos y efectos de sonido.

Pero además este álbum hace pública y afianza lo que ya era una de sus características principales: el anonimato. Porque de los Residents no se conoce nada, ni nombre, ni rostro, ni sexo. Nada. Lo más parecido a una identidad que tienen son las máscaras de globo ocular con galera que aparecieron en la tapa de Eskimo (1979) y que, muy a su pesar, se convirtieron en la imagen de la banda. El anonimato de los Residents bien podría ser uno de los tantos golpes de efecto que el rock acostumbra dar. Sin embargo no es así, se apoya en un equivalente musical de la famosa "muerte del autor", es decir, los Residents intentan separar la obra de la vida privada de quien la creó, que sólo el producto estético sea el juzgado. También, coherentemente con el postulado de Lautremont de que "la poesía debe ser hecha por todos" con el que varias vanguardias se embanderaron, Homer Flynn (uno de los voceros de la banda, quizás un integrante) afirmó cierta vez que "Todo el que ha colaborado con los Residents es un Resident".
Coincidiendo con su lanzamiento en el terreno de lo musical, los Residents estaban abocados en otro gran proyecto, Vileness Fats, una película en blanco y negro con una estética muy similar al cine expresionista alemán que narraba el triángulo amoroso entre una princesa india inmortal y un enano manco y esquizofrénico. Este proyecto, que los iba a tener ocupados por cuatro años, finalmente fracasó pero les sirvió para desarrollar un conocimiento del medio audiovisual que se los convertiría en pioneros del videoclip (de hecho, sus producciones forman parte de la colección permanente del MoMA de Nueva York).

La prensa punk de fines de los 70 los "descubre" y los Residents ganan notoriedad (su deforme cover del "Satisfaction" stone llegó a ocupar el primer puesto del chart new wave norteamericano en 1978 y varios de sus videos aparecieron en la recién nacida MTV). Surge entonces la Cryptic Corporation, que se ocupa de los negocios de la banda. Así Ralph Records crece y se dedica a editar a otros artistas además de los Residents, como Snakefinger, Tuxedomoon, MX-80 Sound, Yello, Fred Frith, Art Bears, Half Japanese, Renaldo and the Loaf y Negativland. También para esta época aparece su primer fan club, W.E.I.R.D., entre cuyos miembros se encontraba Matt Groenning, el creador de los Simpsons (curiosamente, aún no han aparecido los Residents por Springfield y las pocas referencias que se han hecho son tan oscuras que hay que ser un fan obsesivo para detectarlas).

En 1982 los Residents, envalentonados por esta bonanza, deciden dar su siguiente gran paso: tocar en vivo. Hasta ese entonces sólo habían hecho tres presentaciones sorpresivas y más cercanas al happening que al recital, ahora querían hacer un concierto hecho y derecho. Y lo que sale es el Mole Show, un ambicioso proyecto con escenografía, efectos especiales, cuerpo de baile y un narrador (el mago extremo Penn Jilette, del dúo Penn & Teller), con el que recorren EE.UU. y Europa presentando la trilogía Mark of the Mole. El show, aclamado por la crítica, resulta un fracaso económico, y así dos miembros de Cryptic (¿dos Residents?) renuncian, Ralph Records pierde a casi todos sus artistas, las presentaciones en vivo se relegan al olvido y, como para culminar este choque con el mundo "real", cuando vuelven a salir de gira tres años más tarde una de las máscaras de globo ocular es robada. Pese a que luego aparece, ya no la van a usar más, reemplazándola por una calavera negra que al principio utiliza el tecladista y luego "identifica" definitivamente al vocalista.
Estas nefastas experiencias hacen que los Residents se limiten a pequeñas presentaciones en vivo por muchísimos años y recién a partir de 1999 retomen la práctica de salir de gira.

En los 80 la tecnofilia de los Residents se acrecienta y así se vuelven pioneros en el uso del Emulator, del Midi y otros chiches de la prehistoria digital. También la tecnología les permite rescatar en el 84 el metraje original de Vileness Fats y finalmente editarla en un video de media hora.
Después del fracaso de sus dos proyectos de largo aliento (la trilogía Mole y la American Composers Series, que iba a abarcar trece LPs pero que sólo aparecieron dos), aparece uno de sus mejores álbumes, God in three persons, un largo recitado que cuenta una sórdida historia de pasión entre el narrador (Mr X) y unos siameses milagrosos
Es en esta época que aparece UWEB, su segundo fan club, quien retoma la práctica de Ralph Records en los 70s de editar material de tirada limitada y de venta por correo.

En el 90 hacen realidad una idea que no habían podido concretar del todo con God in three persons: que cada lanzamiento tuviera encarnaciones en diversos soportes. Así de Freak Show aparece no sólo el álbum sino también un libro de historieta, un CD-ROM, la banda de sonido del CD-ROM, un video y una mini-ópera (aparecida recientemente en CD). El CD-ROM les abre un nuevo nivel de reconocimiento y cosechan varios premios con él, ya que dejaba muy atrás en posibilidades a todos los jugueteos de los músicos de rock con esta nueva tecnología y le daba un real sentido a la promesa de interactividad, ya que cada uno de los personajes de esta exhibición de atrocidades tenía sus historias y sus oscuros secretos a los que nosotros podíamos acceder si sabíamos dónde y cómo buscar.
Después del divertimento multimedia de Gingerbread Man (el único producto Resident editado en nuestro país) sacan su segundo gran proyecto interactivo, Bad Day at the Midway, en el que redoblan la apuesta de Freak Show con un anti-videojuego en el que no hay ningún objetivo salvo sobrevivir en un parque de diversiones en decadencia y, de paso, meterse en las historias y en las mentes de los personajes. Por un tiempo David Lynch estuvo interesado en hacer una miniserie con la historia de Bad Day at the Midway, pero finalmente el proyecto no prosperó.

El nuevo siglo se abre unos años antes para los Residents, con Wormwood, un álbum que analiza las "curiosas historias de la Biblia" y que les da un nuevo sonido, mucho más amigable a los oídos no entrenados. También retoman las giras y empiezan a planear una retrospectiva de sus 30 años de carrera con varios lanzamientos en DVD (desde el 2000 han sacado ya cinco y, aparentemente, planean seguir así) y otras tantas ediciones "de lujo" sólo conseguibles vía Internet.
En 2002 editan Demons Dance Alone, quizás el lanzamiento más accesible de los Residents, con verdaderas canciones pop (para lo que usualmente su música solía ser) y letras mucho más personales y emotivas, en las que quizás por primera vez aparecen las personas detrás de las máscaras.
Y comienzan este 2004 (y su cuarta década) volviendo a las más primigenias fuentes con WB:RMX, que es el mítico Warner Brothers Album absolutamente remixado y virtualmente reelaborado, haciendo disponible un material que, en su versión original, es inconseguible (excepto en mp3s piratas y de muy mala calidad en el Kazaa y otros sistemas P2P).


jueves, 30 de septiembre de 2010

EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS

Lon Chaney nació con el nombre de Leonidas Frank Chaney en Colorado Springs, Colorado, hijo de Frank Chaney y Emma Alice Kennedy; su padre era de ascendencia principalmente inglesa con algún aporte francés, y su madre era descendiente de irlandeses. Ambos padres eran sordos por lo que Chaney aprendió desde niño a comunicarse por pantomima. En 1902 comenzó su carrera en los escenarios, viajando con actores populares del teatro y el vaudeville. En 1905 conoció y se casó con la cantante Cleva Creighton y en 1906 nació su primer y único hijo: Creighton Chaney (alias Lon Chaney Jr.). Los Chaney siguieron de gira hasta asentarse en California en 1910.

Desafortunadamente se produjeron problemas matrimoniales y, en abril de 1913, Cleva se dirigió al Teatro Majestic, ubicado en el centro de Los Ángeles, donde Lon estaba dirigiendo Kolb and Dill. Allí, ella trató de suicidarse ingiriendo bicloruro de mercurio. El intento de suicidio fracasó y arruinó su carrera como cantante; el escándalo y divorcio resultantes obligaron a Chaney a abandonar el ámbito teatral y dedicarse a las películas.

Se ignora el tiempo que pasó allí, pero entre los años 1912 y 1917, Chaney trabajó bajo contrato para Universal Studios realizando pequeños papeles. En esta época, Chaney se hizo amigo de la pareja de directores Joe De Grasse e Ida May Park, quienes le dieron papeles más importantes en sus producciones.

Chaney también se hizo amigo de William Dudley Pelley, quien luego formaría la Legión de Plata, una organización nazi estadounidense. Mientras estuvo en Hollywood, Pelley escribió dieciséis guiones de los cuales Chaney protagonizó dos. Además, Chaney se casó con una antigua colega de la gira Kolb and Dill, una chica llamada Hazel Hastings que cantaba en el coro de la obra. Es poco lo que se sabe de Hazel excepto que su matrimonio con Chaney fue sólido. Luego de casarse, la pareja obtuvo la custodia del hijo de Chaney que ya tenía diez años y había residido en varios hogares e internados tras el divorcio de Chaney en 1913.

Para 1917, Chaney era un actor importante dentro del estudio aunque su salario no reflejara su estatus. Cuando Chaney solicitó un aumento, el ejecutivo del estudio William Sistrom contestó: "jamás valdrás más que cien dólares a la semana".

Tras abandonar el estudio, Chaney luchó como actor durante todo su primer año. No fue sino hasta 1918, al realizar un papel considerable en la película Riddle Gawne de William S. Hart, que el talento de Chaney como actor fue realmente reconocido por la industria del cine.

En 1919, Chaney realizó una actuación importante como "la Rana" (un hombre que finge ser un lisiado que se cura milagrosamente) en El milagro (The Miracle Man) de George Loane Tucker. La película no sólo exhibió la habilidad actoral de Chaney sino también su talento como amo del maquillaje. El elogio de la crítica y una recaudación de más de 2 millones de dólares estadounidenses pusieron a Chaney en el mapa como el principal actor de carácter de Estados Unidos.

Chaney es recordado como pionero en películas mudas de terror como El jorobado de Notre Dame (The Hunchback of Notre Dame) y, en especial, por El Fantasma de la Ópera (The Phantom of the Opera). Su habilidad para transformarse mediante técnicas de maquillaje de su propia invención le ganaron el apodo de "El Hombre de las Mil Caras". En un artículo autobiográfico de 1925 publicado en la revista Movie, Chaney se refirió a su especialidad como "caracterización extrema".

También demostró su adaptabilidad con el maquillaje en películas más convencionales, de crimen y aventuras, como por ejemplo The Penalty, donde interpretó a un gángster sin piernas. Apareció en varias películas dirigidas por Tod Browning, a menudo interpretando a personajes disfrazados o mutilados, entre ellos el lanzador de cuchillos Alonzo el Sin Brazos en Garras humanas (The Unknown) con Joan Crawford. En 1927, Chaney actuó junto a Conrad Nagel, Marceline Day, Henry B. Walthall y Polly Moran en el clásico del terror La casa del horror (London After Midnight) de Tod Browning que quizá sea la película perdida más famosa de la historia. Su última película fue un remake sonoro del clásico mudo El trío fantástico (The Unholy Three) (1930), su única película sonora y la única en que utilizó su voz tan versátil. Chaney firmó una declaración jurada donde establece que cinco de las voces principales en la película (el ventrílocuo, la anciana, el loro, el muñeco y la chica) son en realidad suyas.


Pese a que Chaney creó a dos de los personajes más grotescamente deformados de la historia del cine (Quasimodo, el campanero de Notre Dame, y Erik, el "fantasma" de la Ópera de París), sus representaciones buscaban una reacción de simpatía y tristeza entre la audiencia y no aterrarlos o hacerlos sentir rechazo hacia esos personajes desfigurados que tan sólo eran víctimas del destino.

"Quería recordarle al público que incluso quienes se encuentran más abajo en la escala de humanidad puden tener en su interior la capacidad de sacrificio", escribió Chaney en la revista Movie. "El pordiosero empequeñecido y deforme que vemos en las calles podría tener los más nobles ideales. La mayoría de mis papeles desde El jorobado de Notre Dame, como El Fantasma de la Ópera, He Who Gets Slapped, El trío fantástico, etc., han tenido incorporados el tema del sacrificio y la abnegación. Son estas historias las que quiero contar."

"Él fue una persona que reflejó nuestras psiques. Entró de algún modo a las sombras que existen dentro de nuestros cuerpos; pudo desenmascarar algunos de nuestros miedos íntimos y llevarlos a la pantalla", explicó el escritor Ray Bradbury en una ocasión. "La historia de Lon Chaney es la historia de amores no correspondidos. Él pone al descubierto esa parte de uno, porque uno teme que no lo amen, uno teme que nunca lo amen, uno teme que una parte suya sea grotesca, que el mundo le de la espalda."

Los talentos de Chaney se extendieron más allá del género del terror genre y el maquillaje artístico. También fue un bailarín, cantante y comediante muy hábil. De hecho, muchas personas que no conocían a Chaney se sorprendían por su deliciosa voz de barítono y su aguda capacidad para la comedia.

Chaney y su segunda esposa, Hazel, llevaron una vida privada discreta lejos del círculo social de Hollywood. Chaney promocionaba mínimamente sus películas y los estudios MGM, alimentando así su imagen de misterio.

Durante los últimos cinco años de su carrera (1925-1930), Chaney trabajó bajo contrato de exclusividad para MGM, realizando algunas de sus interpretaciones más memorables. Su papel como un duro instructor de la marina en Tell it To the Marines (1926), una de sus películas favoritas, le ganó el cariño del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, quienes lo nombraron el primer miembro honorario de la industria cinematográfica.

Chaney desarrolló una neumonía mientras filmaba Thunder en el invierno de 1929. A finales de ese mismo año se le diagnosticó cáncer de pulmón. Su condición fue empeorando poco a poco y murió de una hemorragia en la garganta siete semanas después del lanzamiento de una nueva versión de El trío fantástico. Su muerte afectó profundamente a su familia, a la industria del cine y a sus admiradores. Fue sepultado en el Forest Lawn Memorial Park Cemetery, en Glendale, California. Su lápida ha permanecido sin escritura alguna por razones que se desconocen.

En 1957, se estrenó una película titulada El Hombre de las Mil Caras (Man of a Thousand Faces) que relataba su vida. James Cagney interpretaba a Chaney.

viernes, 3 de septiembre de 2010

SHERLOCK HOLMES EN EL CINE

Sherlock Holmes es una de las figuras más representadas de la historia del cine, en feroz pugna con otras como Tarzán, Drácula, Napoleón o el mismísimo Jesucristo. La obra de Arthur Conan Doyle ha sido ingente inspiración para efectuar una gran cantidad de adaptaciones. Pero, además, los propios cineastas han recreado historias totalmente originales sobre el genio de Baker Street, o se han inspirado en la labor de otros escritores. Efectuemos un somero repaso sobre algunas de estas películas...

El éxito de Sherlock Holmes llegó a sorprender al mismísimo sir Arthur Conan Doyle. Su obra comenzó a ser publicada activamente en gran cantidad de países. No sólo eso: amén de la propia creación de Conan Doyle, se comenzaron a publicar obras apócrifas, en ocasiones adjudicadas al propio autor de La compañía blanca, y en otros casos sin citar autor alguno; países como Alemania o España vieron esas publicaciones a principios del siglo XX.

Además, pronto otros autores se hicieron eco del éxito del médico metido a escritor, y crearon otros personajes cuya simiente estaba indudablemente ligada al Rey de los Detectives. Sin ánimo de exaustividad, cabe destacar otros investigadores como sir Nayland Smith de Sax Rohmer -némesis del pérfido Fu Manchú, remedo a su vez del taimado Moriarty-, Harry Dickson de Jean Ray, Solar Pons de August Derleth o Jules de Grandin de Seabury Quinn, algunos de los cuales incursionaban no pocas veces en el área sobrenatural. Paralelamente a estos émulos holmesianos, otros autores también hicieron uso de la creación de Conan Doyle, en ocasiones de forma muy poco encubierta, como el Herlock Sholmes de Maurice Leblanc, y que concebiría para enfrentarlo a su propia creación, Arséne Lupin. Otros, en suma, ya emplearían directamente el personaje, con autorización o no de su creador (o sus herederos).

Mientras, el floreciente invento del cinematógrafo también habría de fijarse en nuestro personaje. A poco de iniciado el siglo XX, y cuando las obras para este arte aún en pañales habían de durar escasos minutos, no existía tiempo material para plasmar novela alguna, ni siquiera alguno de los muchos relatos. Así, la que es considerada primera película sobre la creación de Conan Doyle, Sherlock Holmes Baffled, fue rodada en 1900, esto es, aún en el siglo XIX, si bien no sería registrada oficialmente hasta el año 1903. En este pequeño gag de un minuto de duración y filmado en un soleado ático de Nueva York perteneciente a la American Mutuoscope and Biograph Company, Holmes es sorprendido por un caco que se introduce en su cuarto con el tópico saco al hombro, y al que habrá de hacer frente.

Nuevas cintas, aún titubeantes, seguirán presentando a nuestro personaje. De gran singularidad es Sherlock Holmes and the Great Murder Mystery, de 1908, pues aquí no se adapta historia alguna de Conan Doyle, sino de... Edgar Allan Poe. En efecto, se trata de una versión del relato "Los crímenes de la calle Morgue", en la cual el detective francés Auguste Dupin es reemplazado por el genio de Baker Street. Más misterios tendrán lugar durante la época del cine mudo, como en la danesa Sherlock Holmes i livesfare, del mismo año, donde nuestro héroe no sólo tendrá que vérselas con el habitual Moriarty, sino incluso con el ladrón Raffles, creación del cuñado de Doyle, Ernest W. Hornung.

Pronto surgirán gran cantidad de obras que adaptan tanto la obra de Conan Doyle como la famosa versión teatral de William Gillette, e importantes actores dan vida al genial detective, así Eille Norwood o Arthur Wontner en Inglaterra, o John Barrymore y Clive Brook en Estados Unidos, en especial. Una rareza, dentro de toda esta avalancha, supondrá el film norteamericano Estudio en rojo (A Study in Scarlet, 1933), de Edwin L. Marin, con Reginald Owen como Holmes y Warburton Gamble como Watson. Pese al título, no se trata de una adaptación de la novela de Conan Doyle, sino de una trama original debido al guionista (y también director) Robert Florey. ¿El argumento? Los miembros de una turbia organización van siendo asesinados de uno en uno según se describe en una canción infantil sobre "diez negritos". El lector, sin duda, exclamará: ¡Agatha Christie! Sin embargo, el libro de la célebre escritora fue publicado en 1939, seis años después del estreno de la película, por lo cual... En fin.

Otra rareza supondrá la alemana Sherlock Holmes (Der Mann, der Sherlock Holmes war), dirigida en 1937 por Karl Hartl, y protagonizada por las grandes estrellas del cine germano del momento Hans Albers y Heinz Rühmann, pero no como Sherlock Holmes y Watson, sino como sendos impostores. La celebridad de los personajes en Alemania era tal que ya incluso se efectuaban películas sobre gente que fingía ser ellos. Al final, los dos intrusos, sendos detectives de pacotilla, serán detenidos y juzgados por suplantar a los auténticos, hasta que al propio tribunal llegará el mismísimo Arthur Conan Doyle (Paul Bildt), que exculpará a los farsantes.

Sin lugar a dudas, la mayor celebridad es la que ostenta el ciclo de películas protagonizado por Basil Rathbone como Holmes y Nigel Bruce como Watson. En principio fue un díptico producido por la 20th Century Fox, y que adaptaba El perro de Baskerville y la socorrida obra teatral de Gillette; después, la productora cedió los derechos a la Universal, quien actualizó la época y rodó doce películas más. En algunas de ellas podía reconocerse remotamente la trama de alguno de los relatos de Conan Doyle, así, la primera de ellas, Sherlock Holmes and the Voice of Terror [tv/vd: Sherlock Holmes y la voz del terror, 1942], de Jack Rawlins, se inspira en "Su último saludo en el escenario"; sin embargo, muchas de ellas partían de guiones originales. Tras una primera etapa donde el enemigo se identificaba nada menos que con el III Reich -aburrida constante de la época-, después se le fue adjudicando enemigos más fascinantes, de no poca raigambre pulp, y de hecho las mejores aventuras de la saga son aquéllas que introducen tímidos conatos de cine de terror: La mujer araña [tv: Sherlock Holmes y la mujer araña] (Sherlock Holmes and the Spider Woman, 1944), de Roy William Neill (3), La garra escarlata [tv: Sherlock Holmes y la garra escarlata] (The Scarlett Claw, 1944), La casa del miedo [tv: Sherlock Holmes y la casa del terror] (The House of Fear, 1945) (4) y El caso de los dedos cortados [tv/vd/dvd: Sherlock Holmes y la mujer de verde (The Woman in Green, 1945).

Sin embargo, tras el abandono de Basil Rathbone, ya aburrido del personaje (también lo representaría en la radio o en algún cameo fílmico), no será hasta 1958 en el que regresa Sherlock Holmes, y su mejor personificación cinematográfica de todos los tiempos, al juicio del que suscribe: Peter Cushing, por medio de la versión Hammer de El perro de Baskerville dirigida por Terence Fisher. Lamentablemente, la película fue un fracaso, y ello imposibilitó la prosecución de todo un ciclo del personaje encarnado por Cushing.

Curiosamente, la siguiente película con el genio de Baker Street será personificada por el habitual colega de Cushing, Christopher Lee, y que en la previa había interpretado a sir Henry Baskerville. El collar de la muerte (Sherlock Holmes und das Halsband des Todes, 1962) fue una coproducción entre Alemania, Francia e Italia que se intentó vender internacionalmente, y para ello se buscaron diversos nombres de la Hammer: Lee como Holmes, Thorley Walters como Watson y Terence Fisher en la realización, y como guionista contaron con el escritor americano, originario de Alemania, Curt Siodmak, quien efectuó una historia original con ciertos puntos de contacto con El valle del miedo. Muy poco vista en décadas, ahora está disponible para nuevas generaciones en formato dvd, y podremos vislumbrar una de las mayores rarezas del personaje, que, como colofón, ofrece un comentario final sobre un nuevo enemigo al que ha de enfrentarse Holmes: Jack el Destripador.


Y precisamente, la siguiente aventura de Sherlock Holmes le encaró al destripador de Whitechapell. Estudio de terror (A Study in Terror/Sherlock Holmes grosster Fall) es una producción británica -con una tímida participación germana- rodada en 1965 por el discreto Jack Hill, pero que habrá de pasar a la historia, a pesar de esa limitación. En efecto, aquí disfrutamos del primer enfrentamiento en la pantalla entre Jack el Destripador y el mismísimo Sherlock Holmes. Estudio de terror dispone, ante todo, de un excelente guión magníficamente estructurado y en el que se acumulan los habituales apuntes que hacen la delicia de todo holmesiano, a pesar de la sencillez de su resolución final. Una hermosa y pastosa fotografía en color es otro de los alicientes que ayudan a ocultar la torpe realización de Hill, llena de zooms y una convencional planificación, pero que en más de una ocasión, y sobre todo en el excelente clímax, la lucha entre Sherlock y Jack, consigue ocultar lo obvio de la dirección e interesar al espectador. El magnífico reparto incluye a John Neville como Holmes, Donald Houston como Watson, un sublime Robert Morley como Mycroft (el hermano de Holmes), y no diremos quién interpreta al Destripador por desvelarse en los últimos minutos de la cinta.

Uno de los títulos más importantes de la filmografía holmesiana será La vida privada de Sherlock Holmes (The Private Life of Sherlock Holmes, 1970), en la cual su genial director, Billy Wilder, explora lo que el título insinúa, a partir de un guión escrito junto a su habitual I.A.L. Diamond. Se juega con la misoginia del personaje, y se sugiere, y al tiempo se derriba, una relación homosexual entre los dos personajes, se hace aparecer al monstruo del lago Ness, y tiene una participación importante Mycroft. Una magistral película, que, sin embargo, no debió gustar a los productores, que masacraron el resultante y alteraron su perfecto ritmo.


Tras alguna parodia sobre la cual será preferible correr un tupido velo, nuestro personaje regresará con una muy peculiar producción. Nicholas Meyer, curioso hombre que se inició en la literatura, publicó en 1975 una novela proponiendo una aventura "inédita" de Sherlock Holmes con Elemental, Dr. Freud (The Seven Per Cent Solution), sencilla y hábil obra en la cual enfrenta a Holmes con el padre del psicoanálisis. El éxito de ventas, e incluso de crítica, condujo a su correspondiente adaptación cinematográfica que contó con idénticos títulos original y español al año siguiente, y con dirección del antiguo coreógrafo Herbert Ross. El reparto fue de lujo pero poco espectacular, con Laurence Olivier como Moriarty, Alan Arkin como Sigmund Freud, Vanessa Redgrave como Irene Adler, un sorprendente Robert Duvall como Watson y el actor de teatro Nicol Williamson -posterior Merlín en la magistral Excalibur (Excalibur, 1981), de John Boorman- como Holmes. De igual modo, se contrató al propio Meyer para escribir el guión -ya había escrito el libreto de la espantosa Invasion of the Bee Girls [tv: La invasión de las chicas avispa;vd: La invasión de las abejas reina, 1973], de Dennis Sanders- y, sorprendentemente, el escritor varió totalmente la trama policial de la película, conservando los personajes y las relaciones que entre estos se establecen.

Mientras, alentado por el éxito de su libro, Meyer "descubre" al año siguiente otro manuscrito perdido de Watson y lo publica bajo el título de Horror en Londres (The West-End Horror), con mejores resultados que el primero, y donde hace aparecer -como sospechosos de asesinato- a George Bernard Shaw, Oscar Wilde y Bram Stoker. La intención era hacer una nueva película también a partir de este libro, pero curiosamente el film de Ross fue un relativo fracaso y el proyecto se frustra, para desesperación de todo amante de la novela y el personaje.

En 1978 tendremos otra obra esencial. Asesinato por decreto (Murder by Decree, 1978), de Bob Clark, ofrece un nuevo enfrentamiento entre el detective de Baker Street y el destripador de Whitechapel, pero esta vez, acorde con nuevos tiempos, más espectaculares, se alían conjuras masónicas, drogas alucinógenas y corrupción en el 10 de Downing Street. Como Holmes tenemos a un adecuado Christopher Plummer (pese a que inevitablemente parece imitar de continuo al incomparable Peter Cushing), y gozamos con el, a mi juicio, y como ya dije, mejor Watson de todos los tiempos, James Mason. Coproducción anglo-canadiense, entre las versiones para cada país hay sutiles diferencias de montaje, pequeñas pero evidentes, que no obstante permiten apreciar la intención de Clark, la cual no es otra que la de recrear la época victoriana desde el clásico look Hammer, con resultados halagüeños y hasta apasionantes, dados los tiempos espurios que corrían entonces y aún sufrimos.

Otro título que habría que citar, pese a sus muchas insuficiencias, es El secreto de la pirámide (Young Sherlock Holmes, 1986), de Barry Levinson, donde se explora la juventud de nuestro controvertido personaje, entrando en directa contradicción con lo preestablecido de antemano. Todo ello no sería despreciable, con todo, si no fuera por el contumaz infantilismo de la producción en sí, donde Levinson explora una trama con cierto interés con estilemas propios de una producción para niños, inserta una ridícula historia de amor y humor cretino, y lo mejor lo deja para el final de los créditos, por lo cual muchos espectadores serán inconscientes de ello.

Muy superior a ésta es otra producción presumiblemente más infantil, Basil, el ratón superdetective (Basil, the Great Mouse Detective, 1986), película en dibujos animados de la Disney servida por un impecable ritmo, una historia deliciosa y con algunos suculentos elementos para los paladares del más entusiasta seguidor holmesiano, en especial si se disfruta de la obligatoria versión original del film: los dos ratones detectives viven en un agujero del apartamento del 221B de Baker Street, y pueden escuchar a los mismísimos Holmes y Watson comentando sus casos: esa ocasión es aprovechada por los creadores del film para incluir en la banda sonora un extracto de un diálogo de Basil Rathbone de una de sus muchas películas. Por lo demás, el maquiavélico ratón al cual se enfrentarán nuestros héroes, Rattigan, no es sino un evidente émulo de Moriarty, y cuenta con la inigualable voz del gran Vincent Price en la versión original.

Y aún habremos de citar otra obra peculiar, como es Sin pistas (Without Clues, 1988). Su director fue Thom Eberhardt, quien en 1984 había dirigido La noche del cometa (The Night of the Comet), atroz film de ciencia-ficción y zombies que supone uno de los mayores engendros de la época, imposible de concebir para un equipo cinematográfico profesional. Ahora, sorprendentemente, con Sin pistas, aún sin alcanzar una obra maestra, consigue una obra fresca y viva, aunque justo es reconocer que el gran mérito deriva de sus intérpretes y de una trama un tanto original. El doctor Watson es un escritor afamado por sus narraciones ficticias de Sherlock Holmes; pero el éxito llega a tal punto que se le demanda que el sagaz detective sea presentado en sociedad, por lo cual habrá de buscar a un actor, un tal Reginald Kincaid, acabado y alcoholizado, amén de notoriamente idiota. Embarcados en una aventura, habrá de ser el inteligente Watson el que haya de sacar de problemas al torpe Holmes... Todo ello, brindado por unas prodigiosas interpretaciones de Ben Kingsley como Watson y, en especial, un Michael Caine en estado de gracia como Kincaid/Holmes, que conduce su(s) personaje(s) con una facilidad y espontaneidad encomiables. Sin duda, sin semejantes intérpretes el film sería muy inferior.

Una de las últimas aportaciones al mito proviene nada menos que de Brasil, en unión con Portugal, para brindar una adaptación al cine del decepcionante libro O xangô de Baker Street en 2001, a dirigir por Miguel Faria Jr. y que exhibe la peculiaridad de ofrecer como Sherlock Holmes a Joaquim de Almeida que, por descontado, tampoco brinda el físico adecuado.