Tras terminar el instituto comenzó a dedicarse a diversos trabajos, entre ellos el de prestidigitador y el de pianista en un club en el que una noche la actriz Marilyn Monroe actuaba y con la que Anton LaVey mantuvo una relación. Más tarde se trasladó a San Francisco y fundó la Iglesia de Satán. Fue, según él, su abuela de origen rumano, más concretamente de la región de Transilvania, quien más influyó en su forma de ser contándole innumerables cuentos de vampiros y demonios.
LaVey se proclamó Papa Negro por estar al frente y ser fundador de la Iglesia de Satán. Alcanzó mayor fama después de dar a conocer al mundo su iglesia y porque el asesino Charles Manson aseguró ser seguidor suyo. Fue un icono dentro de la cultura pop en Estados Unidos, venerado por cantantes y estrellas de todo tipo y participó en el rodaje de un cortometraje de Kenneth Anger. Algunos de los muchos personajes famosos asociados con su iglesia son la actriz Jayne Mansfield y el cantante Marilyn Manson. Contrario a lo que se piensa, nunca colaboró con el director Roman Polanski en su película La Semilla del Diablo interpretando el papel del Diablo en la escena en la que Rosemary es abusada sexualmente, en realidad, este personaje fue interpretado por el actor Clay Tanner. Fue la inspiración del cantante Marilyn Manson, a quien Anton LaVey nombró Reverendo de la Iglesia de Satán por promover con su música ideas y conceptos afines a su doctrina y además aparece brevemente en el video de la canción Dope Hat.
Anton LaVey murió el 29 de octubre de 1997, en el hospital St. Mary, en Londres, Inglaterra, a causa de un edema pulmonar. Fue llevado a este hospital católico debido a que era el que se encontraba más cerca. El momento de su muerte fue registrado como la mañana de Halloween, pero esto hace posible especular que pudo haber muerto con uno o dos días de diferencia. Se hizo un funeral satanista por invitación en Colma, y su cuerpo fue cremado. Sus cenizas no fueron enterradas, pero fueron eventualmente divididas entre sus herederos como parte de un acuerdo, con la idea de que poseen potenciales poderes ocultistas, y que pueden ser usados en rituales satanistas de magia. Sus hijos probablemente la utilizarían.
A pesar de la gran creencia popular sobre el satanismo, la filosofía de Anton LaVey y su iglesia no podría diferir más de esta. Nada tiene que ver con hacer sacrificios o venerar a la figura del diablo, sino que Anton LaVey con su filosofía acusa al cristianismo de ser una plaga en la tierra que atemoriza, reprime y no deja pensar a millones de personas, una repetición de las teorías del filósofo Friedrich Nietzsche y niega la figura del diablo o Satán como un ser malvado con cuernos y rabo, acusando al cristianismo de ser el único creador de esta imagen para atemorizar a la gente y de esta imagen ser la mayor benefactora del cristianismo en la Tierra. Sin embargo cree en Satán como la representación de la inteligencia y la humanidad en la Tierra y se refiere a su descripción original según la biblia, en la que Satán era un ángel de Dios y pensó por sí mismo y se rebeló contra él. El satanismo como codificado por Anton LaVey y su iglesia promueve la indulgencia, el orgullo y la justicia. Reniega a toda costa del cristianismo, además de renegar de los sacrificios y profanaciones que otros proclamados satánicos realizan, a los que acusa de ser tan estúpidos como los cristianos y jugar su mismo juego, sólo que del otro lado.
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