viernes, 31 de diciembre de 2010

THE WICKER MAN

British Lion Film, 1973
99 minutos

Dirigida por Robin Hardy
Escrita por Anthony Shaffer
Editada por Eric Boyd-Perkins

Elenco:
Edward Woodward .... Sgto. Neil Howie
Christopher Lee .... Lord Summerisle
Diane Cilento .... Srita. Rose
Britt Ekland .... Willow
Ingrid Pitt .... Bibliotecaria
Lindsay Kemp .... Alder MacGregor


"The Wicker Man" es quizás la cinta británica más icónica de los setenta y forma un retrato de la época, con abundante subtexto debajo de su ya controversial historia. Y por si fuera poco, presenta también una ligera, pero intrigante discusión sobre religión comparativa, atreviéndose a hacer cierta mofa del cristianismo... y todo eso dentro de una historia sólida con un final legendariamente inesperado y sorprendente.

La cinta comienza con la llegada del Sargento Neil Howie (Edward Woodward) a la isla de Summerisle, en la costa suroeste de Escocia. Aparentemente Howie recibió un reporte anónimo sobre la desaparición de la niña Rowan Morrison (Geraldine Cowper), y pretende investigar a fondo, hasta descubrir el paradero de la joven. Pero desde los primeros momentos el Sargento encuentra constantes obstáculos, debido a las oblicuas respuestas de los isleños que interroga. Al principio todos niegan conocer a Rowan, pero cuando Howie encuentra evidencia innegable de su presencia en la isla, le informan que la niña está sepultada. Entonces, Howie pide permiso a Lord Summerisle (Christopher Lee) para desenterrar la tumba de Rowan, donde posteriormente encuentra... el cadáver de un conejo. Lord Summerisle le explica que esa es la forma que ha tomado el espíritu de Rowan, y paulatinamente el Sargento (moralmente rígido y devotamente cristiano) se da cuenta de que la isla de Summerisle está habitada exclusivamente por paganos que adoran a los antiguos dioses celtas. Escandalizado por las prácticas de esta religión (entre las que se encuentran abundante desnudez y adoración de símbolos fálicos), el Sargento Howie decide marcharse a Gran Bretaña y regresar después con autoridades superiores, que restaurarán el "orden" a la isla. Pero, en el último momento, Howie sospecha que los isleños quieren alejarlo para que no vea lo que ocurrirá en el Festival de Mayo, donde tradicionalmente se hacen sacrificios a los antiguos dioses...

Entonces Howie se da cuenta de la situación: Rowan está viva, pero está destinada a ser el sacrificio humano del ritual pagano. Para evitarlo, el valeroso Sargento suplanta a un isleño en el desfile de disfraces que comienza el festival, y acompaña a los paganos hasta el sitio del sacrificio, donde ve a la asustada Rowan. La búsqueda ha concluido... en más de un sentido.

La confusión de géneros que inspira "The Wicker Man" quizás provenga de que el guionista Anthony Shaffer quiso subvertir el concepto contemporáneo de las películas de terror; bañado en sangre, vampiros y monstruos, el terror británico estaba estancándose (como clara muestra se podría señalar la cinta de Hammer Films "Dracula 1972 A.D.") en cómodos clichés y personajes arcaicos. Entonces, como rebelión contra todo eso, Shaffer decidió crear una historia sin sangre ni violencia, pero con un definitivo ángulo fantástico. Y cuando a eso se añadió el gusto por los musicales del director Robin Hardy, el resultado fue una inusual película que igualmente podría considerarse como terror, drama, comedia negra y musical.

Por cierto, el aspecto musical está perfectamente integrado a la trama, y ocurre en forma de coplas y rimas con las que los isleños acompañan sus rituales, desde un inocente juego infantil hasta una intensa seducción, donde la guapa Willow (Britt Ekland, en la escena más memorable de la película) trata de atraer al estoico Sargento Howie. No obstante, y en mi humilde opinión, es la canción infantil la que mejor engloba el mensaje de la película, y la que perfectamente ilustra la ideología pagana, basada en ciclos naturales y no en arbitrarias figuras divinas: "En el árbol había una rama, y en la rama había un nido, y en el nido había un huevo, y en el huevo había un pájaro, y en el pájaro había una pluma, y en la pluma había una cama, y en la cama había una mujer, y en la mujer había un muchacho, y en el muchacho había una semilla y en la semilla había un hombre, y en el hombre había una tumba, y en la tumba había un árbol, y en el árbol había una rama..."

Si bien "The Wicker Man" no presenta una religión específica, sus principios paganos siguen de cerca las antiguas ideologías celtas, druidas e incluso la moderna Escuela Wicca. Pero no por ello es necesariamente anti-cristiana; simplemente propone la validez de diversas opiniones y costumbres, presentando al Inspector Howie como cerrado e inflexible, cuya devoción es peligrosamente cercana al fanatismo, y a la intolerancia que ello implica. Sin embargo, otras personas han dicho que "The Wicker Man" es en realidad una denuncia del extremismo religioso: tan equivocado está Howie con su intolerancia, como los paganos con sus extremos sacrificios. Pero desde cualquier punto de vista, y bajo cualquier intención, es indudable que "The Wicker Man" es una película de devastador impacto y memorable resolución.

El económico guión logra crear un interesante misterio alrededor de la niña desaparecida, y cuando por fin llega el inolvidable final, nos damos cuenta de que es indiscutiblemente lógico y consistente con todo lo que hemos visto. Por eso quizás la película se disfruta más la segunda vez, pues se pueden apreciar mejor las pistas y giros que llevan a la inevitable conclusión. Además, la riqueza visual de la película, filmada en fantásticas locaciones, llena el ojo con detalles minúsculos, pero indispensables para crear un mundo etéreo y fantástico... pero genuinamente peligroso.

El elenco realiza un trabajo estupendo, con Edward Woodward (más conocido por su trabajo, años después, en la serie televisiva "The Equalizer" - El Justiciero) como el implacable Sargento Howie. Se rumora que el director ofreció el papel al veterano del terror Peter Cushing, lo cual hubiera sido simplemente fantástico, pero la elección de Woodward es igualmente sólida, al presentar un actor de carácter serio, que subraya la sobriedad del personaje. También se rumora que Christopher Lee (cuya carrera se solidificó con sus múltiples apariciones en las cintas de Hammer Films, pero que será más conocido para las audiencias modernas por sus participaciones en la nueva trilogía de Star Wars como el Conde Dooku, o como Saruman en la trilogía de El Señor de los Anillos) trabajó gratis para "The Wicker Man", y hasta la fecha la señala como la mejor película en la que participó. De hecho, fueron los esfuerzos y la influencia de Lee lo que consiguió que "The Wicker Man" tuviera mayor difusión, pues el estudio British Lion tenía muy poca fe en la obra, ¡hasta el punto de dejar que parte del negativo original fuera destruido! Afortunadamente el productor norteamericano Roger Corman consiguió (de algún modo) una copia completa, y es así como podemos hoy en día disfrutar de la versión original de 102 minutos. Aunque, francamente, la versión de 88 minutos que se estrenó en 1973 es casi perfecta por sí misma.

Acompañando a Lee y Woodward aparece un trío de actrices icónicas en el género: Britt Ekland ("Asylum", "Endless Night"), Diane Cilento ("Z.P.G.", "Spell of Evil") y la inigualable Ingrid Pitt ("The Vampire Lovers", "The House That Dripped Blood"). Pero, igualmente desafiando las expectativas del público, todas aparecen como simples mujeres de la isla: la hija del hostelero, la maestra de escuela, y la bibliotecaria. Muy apropiado para la película de terror que no es de terror.

Con el paso de los años, "The Wicker Man" se ha convertido en leyenda, en parte por la escabrosa historia de su realización, en parte por su irreverente intención, y en gran parte por su excelente equipo creativo, tanto al frente como detrás de las cámaras. Su engañosamente simple historia oculta gran significado (particularmente para esta época de fanatismo religioso e intolerancia social), por lo que es indispensable para todo aficionado al cine fantástico, a las películas de culto, o simplemente al buen cine mundial. Quizás algunos elementos de su trama parezcan ahora producto de la cultura "hippie", pero el mensaje ha trascendido a su época, y sigue teniendo igual validez e impacto que en su estreno, hace más de treinta años.

FOUCELLAS


Benigno Andrade García, O Foucellas, é o máis lendario e popular dos guerrilleiros antifranquistas. Naceu o 22 de outubro de 1908 na aldea das Foucellas, parroquia de Cabrui (Concello de Mesía), e morreu executado a garrote vil o 7 de agosto de 1952 na Coruña.

Aínda que o franquismo o acosou sen acougo, a súa astucia permitiulle fuxir das forzas represivas e converterse nun heroe silencioso do pobo. Tal foi así que o nome de Foucellas chegou a ser sinónimo de guerrilleiro en case todo o país.


1908, 22 de outubro: Nace nas Foucellas, parroquia de Cabrui (Mesía), Benigno Andrade. Traballa no campo, nunha leitaría e nas minas de carbón de Fabero (O Bierzo).

1930-36: Participa na fundación da célula comunista de Curtis, xunto co doutor Manuel Calvelo López, a muller deste, Isabel Ríos Lazcano, e a súa propia esposa, María Pérez Mellid.

1936: A Fronte Popular gaña as eleccións do 16 de febreiro. Andrade, afiliado á CNT, traballa nunha serraría no momento en que se produce o alzamento militar en Galiza, o 20 de xullo. Forma parte dunha columna que sae dende Curtis cara á Coruña en apoio das forzas leais á República, mais cando chegan a cidade xa está tomada polos sublevados. Regresa a Curtis e bótase ao monte para salvar a vida da represión que xa exercían os falanxistas e demais fascistas. Entre outros, mandaran fusilar a Calvelo no cárcere de Compostela.

1941: A Garda Civil toma consciencia da actividade guerrilleira do Foucellas. Sitúao á fronte dun grupo da Resistencia que operaba na zona de Arzúa e Sobrado dos Monxes. No tempo que leva fuxido sobrevive grazas á axuda do pobo, e noutros casos con atracos de subsistencia.

1943: O Partido Comunista lidera o proceso de subministro de armas aos fuxidos no monte. O Foucellas entra na IV Agrupación Guerrilleira de Galiza, convidado polo guerrilleiro Manuel Ponte Pedreira.

1944, finais de ano: IV Congreso de Federacións de Guerrillas. O PC faise co control da organización da loita guerrilleira en Galiza. Antón Seoane (xefe militar) e Xosé Gómez Gayoso (secretario xeral) regresan de Arxentina e Cuba, respectivamente, e toman o mando.

1945, febreiro: O Foucellas mata o cabo da Garda Civil de Curtis. Días despois férese involuntariamente coa arma que levaba no seu cabalo. A Garda Civil detén e interroga numerosas persoas, entre estas a súa muller, María Pérez, á que lle ofrecen cartos en troques de delatalo. Os seus compañeiros trasládano ao sanatorio San Nicolás da Coruña, onde o operan baixo o nome falso de Juan Fernández.

1945-1946: Pasa varios meses recuperándose nunha casa do barrio de Monelos. Asiste en varias ocasións ao estadio de Riazor, disfrazado de crego, para ver xogar ao Deportivo, do que era un gran seareiro, especialmente do porteiro Xoán Acuña.

1947, xaneiro: O Foucellas reincorpórase á loita armada. As discrepancias con Gómez Gayoso e Seoane -que non gustan do seu carácter anárquico- fan que mude a súa zona de actuación.

1947, abril: Matan o guerrilleiro Manuel Ponte, un dos máis activos do país. Como consecuencia, O Foucellas marcha destinado a bisbarras máis meridionais (Lalín, Caldas, Arousa) á fronte do Destacamento Manolito Bello da V Agrupación.

1948: O PCE (Santiago Carrillo e Dolores Ibárruri, A Pasionaria) e Stalin negocian a rendición das guerrillas. Comezan os malos tempos para a Resistencia en Galiza, xusto cando esta semellaba estar máis forte.

1948, 6 de novembro: Morren executados na Coruña Seoane e Gómez Gayoso.

1948-1951: A actividade guerrilleira do Foucellas diminúe a medida que van caendo os seus compañeiros de loita. No entanto, para as autoridades franquistas a súa captura convertérase en algo obsesivo, prometéndolles aos delatores cartos, propiedades e mesmo pasaxes para viaxar a América.

1952, 9 de marzo: A Garda Civil detén O Foucellas na Costa da Regueira (Oza dos Ríos), onde permanecía agochado nunha cova-refuxio, cando se ía asear ao río Mendo; estábase a preparar para ir de festa. Un dos disparos impáctalle nunha perna.

1952, 26 de xuño: Xúlgano en consello de guerra na Agrupación da Sanidade Militar da Coruña.

1952, 7 de agosto: Execútano a garrote vil no cárcere da Coruña. Os seus restos mortais repousan no cemiterio de San Amaro da cidade, nunha foxa común.

martes, 28 de diciembre de 2010

HILBILLIES Y EL BLUEGRASS


Como gentilicio, hillbilly es un término peyorativo usado en Estados Unidos para definir a los habitantes de ciertas áreas remotas, rurales o montañosas. En particular, el término se usa para describir a los residentes de los Apalaches, cordillera montañosa situada paralela a la Costa Este de los Estados Unidos, actualmente una de las zonas más deprimidas del país. En puridad, el término tiene una connotación de aislamiento respecto de la cultura dominante, no necesariamente de rechazo o resistencia a ella, y sólo es despectivo dependiendo del contexto en que se usa o el objetivo que se persigue.

Los orígenes del término son oscuros. Según Anthony Harkins, en su libro Hillbilly: A Cultural History of an American Icon, el término aparece impreso, por primera vez, en 1890, en un artículo del New York Journal, con la siguiente definición: "Hill-Billie is a free and untrammeled white citizen of Alabama, who lives in the hills, has no means to speak of, dresses as he can, talks as he pleases, drinks whiskey when he gets it, and fires off his revolver as the fancy takes him" (es decir, que un Hillbilly es un blanco de Alabama, que vive en las montañas, apenas se relaciona, viste como puede, habla como quiere, bebe continuamente whisky y dispara su revólver por diversión).

El uso del término Hillbilly, generalmente, se diferencia de otros términos que se refieren a la gente rural en los Estados Unidos, como hick, redneck o cracker.

Por extensión, Hillbilly se refiere también a la música tradicional propia de estas zonas, que se encuentra en la base del Bluegrass y el Country.

Los Montes Apalaches fueron colonizados, hacia 1700 por inmigrantes escoceses, galeses e irlandeses, que constituyeron una población bastante homogénea y, social y culturalmente, endogámica. Sus tradicionaes musicales, basadas en las baladas, gigas y reels, se mantuvieron incólumes durante dos siglos, a la vez que influyeron en el folclore de las zonas circundantes.

En su origen, el hillbilly se organizaba instrumentalmente alrededor de tres instrumentos de cuerda: mandolina, guitarra y violín (llamado fiddle), aunque eran también usuales el dulcémele y, más adelante, el banjo. Mucho más tarde, ya en el siglo XX, se le añade el contrabajo. Por su parte, el estilo vocal es fácil de reconocer: Voz solista aguda, casi estridente, con armonías de dos, tres y cuatro intervalos.

En los años 20 del siglo XX, la música tradicional de los Apalaches salió de su refugio, básicamente de la mano de la familia Carter, liderada por A.P.Carter, un vendedor de árboles frutales de Rye Cove (Apalaches meridionales), y de un programa de radio de Nashville, llamado Grand Ole Opry, que comenzó en 1925 y se grababa los sábados en directo, y que después fue transmitido por más de cuatrocientas emisoras de todo el país, y se convirtió en programa de televisión.

La familia Carter estuvo grabando entre 1927 y 1943, básicamente baladas de tradición anglosajona y cantos religiosos, y sólo en 1930, habían vendido ya más de diez millones de discos. No obstante, el primer artista del Grand Ole Opry fue el violinista Uncle Jimmy Thompson, que entonces pasaba de los 80 años, pero tenía una gran popularidad, aunque el primero en grabar un disco fue el violinista Fiddling John Carson. Un grupo, denominado Delmore Brothers, grabó un tema titulado Hillbilly boogie, que es el primer registro musical que usa esta palabra. Después, durante las décadas de los 20 y los 30, grabaron los Monroe Brothers, de Kentucky; los Dixon Brothers, de Carolina del Sur, Uncle Dave Macon, de Tennessee; el legendario Jimmie Rodgers, de Mississipi, que murió en 1933; y todos los grupos y artistas conocidos de hillbilly. Fue precismente en este programa, donde se aplicó, por primera vez, esta denominación a la música rural de los Apalaches.


En los años 40, encontramos a las estrellas más relevantes del hillbilly: Bill Monroe y los Blue Grass Boys, los banjistas Earls Scruggs y Doc Boggs, Lester Flatt y sus Foggy Mountain Boys, Clarence Ashley, Doc Watson ...

Como indica Donald Myrus, Nashville es al hillbilly lo que Hollywood fue para el cine en su época. A partir de los 50, la música rural se impregna del rhythm & blues en boga y comienza a desarrollarse el rock & roll, generándose un Sonido Nashville que se definió como Rockabilly, la música folclórica de la era electrónica, con artistas que alcanzaron enorme repercusión: The Greenbriar Boys, Johnny Cash, Jimmy Dean, Roger Miller, Marty Robins, Lefty Frizell o Hank Williams.

En esta época, comienza a denominarse al hillbilly, también, como Bluegrass. El nombre bluegrass procede del nombre del área en que se originó, llamada "región Bluegrass" (Bluegrass region), que incluye el norte del estado de Kentucky y una pequeña parte del sur del estado de Ohio. A su vez, la región tomó su nombre de la palabra "bluegrass" ("hierba azul"), nombre común de la poa de los prados, una gramínea del género Poa, frecuente en la zona. Bill Monroe, llamado el "padre del bluegrass" fundó en 1939 el grupo Blue Grass Boys, cuyo nombre era un homenaje a su estado natal, Kentucky. Este es el origen de la utilización del término para designar el estilo musical. El término no se popularizó en Estados Unidos hasta los años 50.

La música bluegrass es interpretada por bandas cuyos instrumentos principales suelen ser guitarra, banjo, mandolina, violín y bajo, a los que se añade en ocasiones el dobro. La parte vocal es armonizada en trío o dúo, siempre con una voz muy alta de característico sonido desgarrado y cautivante conocido como "high lonesome sound". En cuanto a la letra cuentan historias sencillas de tipo dramático, amoroso o religioso vistas desde el punto de vista de un montañés.

Los años 60, tienen sus propias figuras, en especial los New Lost City Ramblers de Mike Seeger, precursores del country rock. También, Frank Proffitt, que falleció en 1965; y el Kingston Trio, que popularizó el Tom Doodley de Proffitt. También se recuperó a algunos de los viejos: Roscoe Halcomb, Wade Ward o la dulcemelista Jean Ritchie.

A mediados de los años 80 hubo varios cambios importantes en el desarrollo estilístico del bluegrass. El bajo eléctrico sustituyó al bajo acústico, aunque los restantes instrumentos del conjunto continuaron siendo acústicos. Se hizo menos frecuente la utilización de la guitarra rítmica. Algunas bandas desarrollaron un estilo similar al conocido como "muro de sonido" ("wall of sound"). Destacan grupos como IIIrd Tyme Out y Lonesome River Band). A esta generación pertenece también la que es en la actualidad la intérprete más exitosa de este estilo, la cantante y violinista Alison Krauss. Por su acercamiento al pop independiente (indie) destaca también el grupo Nickel Creek.

jueves, 9 de diciembre de 2010

CINE DE ANIMACION CHECO


La historia de la famosa época del cine checoslovaco de dibujos animados empieza después de la Segunda Guerra Mundial. Sus más destacados representantes son Jiří Trnka, Karel Zeman y Hermína Týrlová.

El rápido desarrollo del cine de dibujos animados se favoreció paradójicamente por la nacionalización de la industria cinematográfica (1945) y por la incorporación a ella del reconocido artista Jiří Trnka. Trnka empezó su carrera profesional en los Estudios de Trucos Cinematográficos (AFIT) con mucho éxito.

En el año 1946 ganó el principal premio del festival de Cannes por su película “Zvířátka a Petrovští”, Animales y los bandidos (esta película, de un autor completamente desconocido en el mundo, venció a nombres del cine animado tan famosos como Walt Disney, Norman McLaren o Paul Grimault). Trnka y sus colaboradores, entre ellos Břetislav Pojar, Jiří Brdečka o Eduard Hofman (otras grandes personalidades del cine checo) crearon en los años siguientes toda una serie de películas famosas.

La empresa AFIT se dividió en el Estudio de Películas de Títeres, donde se quedó Trnka, y el Estudio de películas de dibujos animados “Bratři v triku”. A finales de los años 40 rodó Jiří Trnka en un tiempo récord tres largometrajes de animación y varios cortometrajes. En su tiempo fue más de lo que hizo cualquier otro en el mundo. Los proyectos de Trnka gracias a su éxito estaban respaldados por el estado, incluso después del comienzo de la dictadura comunista.

En los años cincuenta nacieron en el taller de Trnka las películas de gran renombre como “Bajaja”, El príncipe Baiaia (1950), “Staré pověsti české”, Las antiguas leyendas checas (1952), “Sen noci svatojánské”, El sueño de la noche de San Juan (1959) y otros, por los que Trnka fue llamado como Walt Disney del Este. La última película de Jiří Trnka, “Ruka”, La mano, de 1965, pertenece a una de sus obras más famosas.

De los colaboradores de Trnka alcanzaron el reconocimiento internacional Jiří Brdečka y Břetislav Pojar. Jiří Brdečka se dedicaba a la dirección de películas de dibujos animados. Břetislav Pojar es otra importante personalidad del cine checo de títeres. Ya su primer cortometraje “O skleničku víc”, Un vaso más (1954), obtuvo el éxito internacional (p. ej., el principal premio en el festival de Cannes). Las películas más conocidas de Pojar son la serie sobre dos ositos de peluche “Pojďte, pane, budeme si hrát”, Venga, señor, vamos a jugar, y “Zahrada”, El jardín, basada en un libro del mencionado Jiří Trnka. Desde los años noventa es Břetislav Pojar director de la Cátedra de la Animación de la FAMU en Praga.

Otro centro de cine animado se encontraba en Moravia. Los personajes principales de los Estudios de Zlín fueron Karel Zeman y Hermína Týrlová. A propósito, Týrlová había rodado sus primeras películas incluso antes que Jiří Trnka. Sus películas están dirigidas sobre todo al público infantil. La más conocida es “Vzpoura hraček”, La sublevación de los juguetes (1948).

Las películas de Karel Zeman se hicieron famosas sobre todo por su irrepetible poética basada en la combinación de actores vivos con los modelos animados sobre un fondo dibujado. Zeman encontraba los temas de sus obras en los libros de Julio Verne. Según una obra de Verne rodó también “Vynález zkázy”, Ante la bandera, su película más conocida.

Originariamente en los Estudios de Zlín también trabajaba Zdeněk Miler que se trasladó muy pronto a Praga al recién fundado Estudio de Bratři v triku. Miler es creador del popular personaje infantil del Topito cuyas aventuras ganaron mucha fama no sólo en la República Checa. (La primera película de Miler de este ciclo – Como el Topito consiguió los pantalones – ganó en 1957 el principal premio en el festival de Venecia.) El Topito se convirtió en uno de los símbolos del cine animado checo.

Otra personalidad destacada del Estudio de Bratři v triku fue Josef Kábrt, que también llegó a Praga desde Zlín. Su obra más famosa es la participación en el proyecto de largometraje checo-francés llamado “Divoká planeta”, El planeta salvaje (1973), diseñado por Roland Topor y dirigido por René Laloux.

La siguiente generación de creadores con estilo propio está representada en el cine de títeres por Lubomír Beneš, Jan Švankmajer y Jiří Bárta. Lubomír Beneš logró un gran éxito internacional con la adaptación para títeres del cuento clásico del rey Midas, “Král a skřítek”, El rey y el gnomo (1980). Su serie cómica “A je to!”, Pat y Mat, se ganó los corazones de los espectadores más pequeños.

Antes de empezar a dedicarse a la cinematografía Jan Švankmajer trabajó en la Linterna Mágica donde participó en las producciones que combinaban de una manera muy poética el teatro de actor, danza y cine. Es considerado como el creador de animación con uno de los estilos más peculiares que lleva marcados rasgos surrealistas. Rodó sus primeras películas en los años sesenta y hoy es uno de los creadores del cine animado vivientes más conocidos incluso fuera de su país.

La más destacada obra de Jiří Bárta es “Krysař”, El flautista de Hammelín (1985), una película de títeres basada en la antigua leyenda alemana, adaptada por el escritor checo Viktor Dyk.

Es de admirar con qué gracia supieron los creadores de cine animado superar los obstáculos y limitaciones del régimen totalitario. Seguramente fue una lucha muy dura, muchos proyectos no se pudieron realizar, otros fueron censurados, criticados o confiscados. A pesar de ello nacieron tantas obras extraordinarias de las que muchas pertenecen a la caja de tesoro del patrimonio cinematográfico mundial. El éxito internacional ayudó a los creadores como Trnka, Pojar, Zeman y Švankmajer a rodar películas según sus ideas.

La ventaja de la cinematografía nacionalizada fue el gran apoyo económico del estado, que se acabó después de la caída de socialismo y la desnacionalización de la industria cinematográfica. La producción checa de películas animadas cayó así en una difícil crisis financiera.

Actualmente nace una limitada cantidad de películas animadas. Entre los creadores, que lograron el éxito no sólo en su país, sino también en el extranjero, figuran Jan Švankmajer (“Něco z Alenky”, Algo de Alicia, 1992, “Lekce Faust”, Lección Faust, 1996), el director de películas de títeres Aurel Klimt, los maestros de la animación total Pavel Koutský –p. ej., Curriculum vitae (ganó el Oso de Oro en el festival de Berlín) y Michaela Pavlátová – su película “Řeči, řeči, řeči”, Talks, talks, talks (1992) fue nominada al Oscar.

El premio de la Academia Americana del Cine lo ganó otro checo, Jan Pinkava, que crea sus películas en el estudio americano de Pixar (pionero en la animación por ordenador). La película premiada se llama “Geri´s game”, El juego de Geri (1998).

La cinematografía checa de animación no se nutre sólo de su famosa tradición, sino que cuenta con muchos creadores de gran talento y originalidad que esperan su oportunidad para poder demostrar el famoso arte checo de animación en el ámbito internacional.