MALTEÍSMO
El malteísmo es la creencia de que Dios es un ser cruel, arrogante, abusivo y mentiroso que no merece ser venerado. El problema del mal no le demuestra a un malteísta que Dios no existe, sino más bien que es un mentiroso.
El malteísmo es justo lo contrario de la teofilia, una expresión que engloba a todos los sistemas religiosos que creen en la bondad de Dios. El término distingue entre "teístas" y "teófilos" para distanciar a los malteístas de la supuesta conclusión de que todo aquél que cree en Dios debe creer que es bueno y merece ser venerado. Los teístas sólo son los que creen que Dios existe, sin ninguna implicación sobre su supuesta bondad, y los malteístas son, por tanto, teístas. Los teófilos son los teístas que creen que Dios es bueno, los que (etimológicamente) aman a Dios. (Estrictamente hablando, los que están de acuerdo con los malteístas en que Dios no es bueno, y los que les da igual si las acciones de Dios pueden calificarse como buenas, pero eligen amarle igualmente, quizá por miedo o para obtener una recompensa divina, también pueden calificarse como teófilos.) La cuestión es que no todos los "teístas" aman a Dios, y el término "teófilo" distingue explícitamente a los que aman a Dios de los que no. Hay quienes practican esta religión por algún daño que tuvo en el pasado.
Muchos malteístas creen que Dios depende de la veneración y adoración de las personas para seguir existiendo, y esperan que si se le priva de esa veneración humana, acabará marchitando y morirá dejando a las personas en paz y mejor de lo que estaban. El malteísmo busca animar a la gente de todas las religiones teofílicas a ver a Dios como un ser cruel y dependiente, dejar de adorarle para alcanzar la auténtica libertad para la humanidad. Si Dios es malvado, como dicen los malteístas, y si su objetivo no es el beneficio de la humanidad sino su propia gloria (algo en lo que coinciden muchos teófilos), adorar a un Dios malvado es un acto de traición contra la humanidad, ya que alimenta a la fuerza que esclaviza a la gente en general, incluso a pesar de que pueda suponer un beneficio a corto plazo para los que le adoran. Nótese, sin embargo, que los malteístas no pretenden forzar a los teófilos a renunciar a sus creencias, sino que desean que los teófilos dejen de intentar convertir a otros a la teofilia.
El malteísmo ha sido frecuentemente comparado con el satanismo, pues propone la rebelión contra Dios; y con algunas clases de gnosticismo que sostienen que el Dios al que muchos veneran es en realidad malvado o tiránico, pero que no es el Dios final. Aunque el malteísmo comparte muchos aspectos con estas dos creencias, en realidad es muy distinto de ambas.
ANTITEÍSMO
El antiteísmo es una postura filosófica que va más allá del ateísmo al no únicamente negar la existencia de Dios, sino promocionar abiertamente su oposición a esta misma idea religiosa.
La doctrina antiteísta fundamenta el origen ideológico del poder político en la creencia en un dios, donde este dios sería el reflejo y el justificativo de la existencia del gobierno, y viceversa. El principio de autoridad, y por tanto la predisposición a obedecer al Estado, se sustenta sobre la creencia de que existe un ser superior, supremo.
Así, esta dependencia del hombre respecto de Dios, le impediría asumir su propia humanidad y por tanto la libertad. La religión supondría la negación de la realidad del hombre y por tanto su alienación, donde desprecia la naturaleza real y valora la metafísica irreal.
Entre los principales referentes del antiteísmo están Mijaíl Bakunin y Friedrich Nietzsche. Aunque en ocasiones se le asocia con el satanismo simbólico, es decir, aquella creencia que no ve la figura de un némesis divino en el tártaro, si no una idea básica de inteligencia y el raciocinio, de manera que también se puede considerar como antiteísta a Anton LaVey.
El antiteísmo anarquista afirma, en palabras de Bakunin:
Si Dios existiera realmente habría que abolirlo.
cambiando la frase de Voltaire
Si Dios no existiera habría que inventarlo.
MISOTEÍSMO
Misoteismo es el "odio a Dios" o "odio a los dioses" (del adjetivo griego μισόθεος "odiar a los dioses", una union de μίσος (miseo) "odiar" y θεός (theos) "dios". Traduccion de el ingles "Misotheismo" y el italiano "Misoteismo". En algunas variedades de politeismo, era considerado posible inflingir castigo sobre los dioses al dejar de adorarles. En el monoteísmo, el sentimiento surge en el contexto de la teosidad (el problema del mal). Una importante frase literaria que expresa sentimientos misoteistas es la atribuida por Goethe a su Prometeo, compuesto en 1770, contemporaneo a los primeros movimientos de ateismo modernos.
Algunas interpretaciones dualistas de las Religiones Abrahamicas concluyen que los demonios son similares a dioses, bajo el concepto de deidad de esas religiones. En ese contexto, el misoteismo es aplicado solo a la mitad de las deidades de dicha religion, mas no a la otra mitad.
Es un concepto relacionado al disteismo, la creencia de que dios existe, pero no es completamente bueno y que es posiblemente malo.
Muchas deidades politeistas, desde epocas prehistoricas, se han catalogado como no buenas ni malas (poseyendo ambas caracteristicas). A pesar de ello el Disteismo es normalmente utilizado en referencia a Dios, la deidad omnipotente de las creencias monoteistas. De hecho, la moral absoluta del bien y el mal ha sido siempre un paralelo recurrente dentro del monoteismo. En concepciones de Dios como el summun bonum, la afirmacion de que Dios no es totalmente bueno, seria una contradiccion.
El termino Misoteismo aparece registrado por primera vez en 1907. La palabra Inglesa parece ser un termino acuñado por Thomas de Quincey en 1846. Es comparable con la definicion original del griego "atheos" o "rechaza a los dioses, rechazado por los dioses, olvidado por los dioses". Estrictamente hablando el termino tiene connotaciones de actitudes hacia los dioses (de odio), mas que hablar sobre la naturaleza de los mismos.
DIOS COMO EL DIABLO
Varios autores religiosos a lo largo de la historia han propuesto la noción del Dios de Abraham como el Diablo. Dan la razón de que el Dios bíblico es una fuerza divina que causa sufrimiento, muerte y destrucción y que tienta o dirige a la humanidad a cometer violencia y genocidio.
Estos escritos se refieren a este dios de diversas maneras como "un demiurgos", "un ángel malvado", "el dios diablo", "el Príncipe de la Oscuridad", "la fuente de toda la maldad", "el Diablo", "un demonio", "un tirano cruel, iracundo y guerrero", "Satanás" y "la primera bestia del libro del Apocalipsis".
Muchos de los autores critican solo el concepto de dios que se encuentra en el Tanaj, en contraste con el "verdadero dios" que aseguran ver en el Nuevo Testamento. Sin embargo, otros autores aplican su condena a la deidad entera del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam.
Los autores afirman sus críticas al hacer referencia a ciertos pasajes en la escritura bíblica describiendo acciones de Dios que dicen que son malvadas o diábolicas. Muchos de los autores han sido severamente castigados por sus escritos, y sus seguidores han sido asesinados.
La Iglesia Primitiva
Marción de Sinope, el primer gran hereje del Cristianismo en el siglo I, "[sostenía que] el Antiguo Testamento era un escándalo para los fieles … y daba cuenta para ello al postular [que Jehová era] una deidad secundaria, un demiurgo, que era dios, en un sentido, pero no el Dios supremo; era justo, rígidamente justo, tenía sus buenas cualidades, pero no era el buen dios, que fue el Padre de Nuestro Señor Jesucristo." La Iglesia condenó sus escritos como heréticos.
Apeles, el gnóstico del siglo II, "consider[aba] que el Inspirador de las profecías del Antiguo Testamento no era un dios sino un ángel malvado."
El profeta persa Mani, fundador de la secta maniquea en el siglo tercero, identificó a Jehová como "el dios diablo que creó el mundo" y dijo que "el que habló con Moisés, los judíos, y los sacerdotes … es el [Príncipe] de la Oscuridad, … no el dios de la verdad."
Edad Media
Los albigenses eran un secta cristiana en la Francia de los siglos 12 y 13, un rama de los catares. Su doctrina sostenía que "el creador … del mundo material … es la fuente de toda la maldad … Él creó el cuerpo humano y es el autor del pecado … El Antiguo Testamento debe atribuírsele parcial o enteramente; mientras que el Nuevo Testamento es la revelación del Dios benefactor." En última instancia, ellos terminaron en conflicto tanto con el orden civil como con la Iglesia lo que conyevó a la Cruzada Albigense.
Tiempos modernos
El filósofo anglo-estadounidense del siglo 18 Thomas Paine escribió en The Age of Reason que "cada vez que leemos las historias obscenas, la corrupción voluptuosa, las ejecuciones crueles y tortuosas, la venganza implacable, con lo que más de la mitad de la Biblia está llena, sería más consistente que la llamáramos la palabra de un demonio, antes que la Palabra de Dios."
La autora "New Age" Dorothy Leon hace el argumento de que no solo se basa en las acciones de Dios, sino en una correspondencia remarcable en dos pasajes bíblicos. Escolares bíblicos han debatido su significado a través de los tiempos, pero Leon declara: "El hecho de que Jehová es Satanás está confirmado en 2 Samuel 24:1 y 1 Crónicas 21:1." El primer pasaje dice: "Y otra vez la furia del Señor se encendió contra Israel, e incitó a David contra ellos y dijera: Ve a contar a Israel y a Judá", mientras el segundo narra a la inversa que "Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que contará Israel."
El antropólogo estadounidense Walter L. Williams ha escrito una revisión de la historia de Jesús que presenta a "Dios como Satanás, el malhechor rechazado por Jesús en la confrontación del Nuevo Testamento durante el retiro de Jesús en el desierto."
The Old Serpent Chained es un análysis tamaño libro de contenido bíblico que concluye que "el Señor y Dios del Antiguo Testamento que dice que él solo hace grandes maravillas es la primera bestia en libro del Apocalipsis que hace grandes maravillas, tanto que hace que el fuego caiga del cielo en la tierra ante la mirada de los hombres y engaña a los moradores de la tierra."
Oposición
La noción de que el Dios bíblico es él mismo el Diablo es herética al principal dogma judío, cristiano e islámico y puede tratarse como blasfema en cualquiera de estas religiones. Sin embargo, en el trabajo de cualquier filósofo o teólogo, esta noción solo era una en un cuerpo entero de críticas de la doctrina religiosa y política establecida. Así que mientras la literatura no muestra argumentos aislados en contra ni condena de esta sola noción, lo siguiente muestra que la gente que la ha expresado y sus seguidores han sido suprimidos, a veces con la muerte.
Marción de Sinope fue excomulgado de la Iglesia primitiva y condenado como un hereje. Los escritos de Apeles fueron similarmente condenados. Se relata que Mani fue aprisionado por sus ensañanzas, y que murió en prisión.
Los albigenses, junto con los catares, que tenían ideas similares, fueron sujeto de una larga cruzada de 20 años de la Iglesia Católica Romana que trataba de exterminarlos. La cruzada masacró un estimado de entre 200,000 hasta un millón de personas entre 1209 y 1229 y le siguió una de las primeras en lo que se volvería una larga serie de inquisiciones conducida por la iglesia para purgar la sociedad de herejes e no creyentes. Se les requería a los arrepentidos vestir una cruz amarilla cosida a su ropa exterior y vivir separados de los otros católicos. Aquellos que se rehusaban a retractarse fueron ahorcados o quemados.
La supresión religiosa es generalmente más sutil en tiempos modernos que tiempos antiguos y medievales, aunque algunos regímenes islámicos siguen castigando blasfemia con la muerte. Mientras el autor principal de Ebon Musings no parece hacer ningún comentario sobre su propia elección de anonimato, un autor subsidiario cuyo trabajo está publicado en el sitio ofreción tal comentario: "He elegido permanecer anónimo … porque, desgraciadamente, este tema no compartirse con otros sin despertar emociones fuertes y animosidades. Incontables personas han sufrido e incluso muerto por estos temas, y no tengo ningún deseo de crear sentimientos firmes o aislarme de amigos y familia.
Si decir "Dios eres una m..." es una blasfemia, y por ende, un acto repugnante para los catolicos, para algunos malteistas nos es repugnante la creacion, a la que hemos sido condenado de manera sempiterna. La creacion es el jeugo de Dios, si no les gusta, no lo jueguen, lamentablemente los ya nacidos tenemos que hacerlo pues el suicidio significa nuestra condenacion, nuestra libertad murio en el instante que aparecimos. Por lo tanto, aborten a los niños para que no se condenen y no sufran el infierno de la vida.
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