sábado, 8 de noviembre de 2008

EL PRISIONERO

Luego de la caída de los Western todos se deleitaban viendo los éxitos cinematográficos de James Bond o en la pantalla chica Los Vengadores, El Santo y Secret Spy (Espía Secreto) una serie inglesa de espías que explotaba el éxito del 007 y era interpretada por Patrick MacGoohan; pero el actor estaba descontento con las limitaciones creativas a las que le sometía su papel por lo que decidió renunciar. Lew Grade, el productor de Secret Spy, le propuso realizar una serie mas de su gusto cosa que MacGoohan acepto.

Patrick MacGoohan intentó construir una obra que enfocara el esfuerzo que cada uno de nosotros hace para conseguir la libertad, para aprender a rebelarnos; Trató de mostrarnos que somos nosotros los que permitimos que controlen nuestras vidas y que otros influyan en nuestras decisiones y acciones.
Pero a través de la serie vemos que no podemos rebelarnos contra una sociedad al punto de destruirla, como tampoco obligar a otros a pensar lo mismo que nosotros, aunque nuestra lucha tenga razón de ser. Lo que nos muestra la serie de MacGoohan es un forcejeo interno, una creación claustrofóbica en donde estamos absolutamente solos luchando contra los molinos de viento.

En 1967 nace, en ese contexto, El Prisionero; una serie incomprensible por la gran mayoría de los televidentes para los que fue originalmente emitida, posteriormente convertida en fuente de influencia de muchos creadores televisivos y hoy serie de culto por excelencia (a tal punto que se sabe que hay varios proyectos para reflotarla, entre ellos el del director Simon West que estaría por filmar una película sobre la serie con apoyo de la Universal).
El Prisionero estaba limitado en un principio a 7 episodios que se prolongaron, por expreso pedido de Lew Grade, ya que necesitaba algo más para poder vendérselo a la cadena norteamericana CBS.

Así en la serie vemos a Patrick MacGoohan aparentemente un agente del gobierno británico presentando, sin razón conocida, su renuncia. Al llegar a su casa el ex agente es narcotizado y secuestrado. Cuando se despierta se encuentra con que esta en La Villa (The Village), una especie de balneario, habitada por hombres y mujeres aparentemente felices. Pero no todo es lo que parece y ya desde el primer capitulo comienzan los problemas que se extenderán a lo largo de la serie.
Fundamentalmente el descubrimiento de que la Villa no es otra cosa que una suerte de sofisticada cárcel para prisioneros.

Vale aclarar, en primer lugar, que todos los habitantes de La Villa en vez de responder a un nombre responden a un numero (MacGoohan es el numero 6); Ninguno de los que viven en La Villa (que no se sabe en que lugar geográfico esta) pueden abandonarla, ya que si lo intentan son perseguidos por Rover (una suerte de policía cibernético con forma de globo). La Villa esta dirigida por el numero 2 (quien curiosamente cambia en todos los capítulos y aparentemente responde a las ordenes del desconocido numero 1) quien necesita sacarle cierta "información" al numero 6, para lo cual idea montones de planes a lo largo de los 17 capítulos.

Un capítulo aparte merece el Rover (explorador) el curioso mecanismo para controlar la seguridad y las fugas de La Villa. En un principio Rover iba a ser un robot anfibio más "tradicional", pero al momento de filmar el primer episodio no funcionaron los flotadores y quedó hundido dentro del agua. Esto hizo que MacGoohan y los productores se reunieran para solucionar el problema. Casualmente pasaba volando por allí un Globo meteorológico... y rápidamente lo adoptaron como Rover. Mas allá de lo azaroso, esta elección fue uno de los puntos más brillantes de la serie. Principalmente porque a la insidiosa presencia de cualquier guardia se agrega lo inextricable de un globo. Rover es un guardia tan inexplicable como infalible.
Durante los 17 episodios se usaron cerca de 6.000 de estos globos (eran muy frágiles) que según el efecto que se quería dar, eran inflados con diferentes materiales (helio, oxigeno o agua).

En cierto punto El Prisionero retoma la idea de 1984 de George Orwell, al menos en su concepto del control que ejerce el medio sobre el individuo; en ambas obras los protagonistas son permanentemente vigilados a través de pantallas u otros medios electrónicos. Ellos saben lo que no deben hacer para no sufrir el castigo; aunque ellos no ven a su opresor siguen las reglas prefijadas.

Los episodios del Prisionero se podrían dividir en tres partes: la primera estaría constituida por los 3 capítulos iniciales, donde La Villa intenta obligar al numero 6, utilizando los métodos "convencionales", a que suministre información (nunca quedo del todo claro cual era la información requerida). Los siguientes 7 episodios formarían la segunda parte, cuando el numero 6 intenta escapar de la villa y donde La Villa intenta quebrarlo con técnicas poco ortodoxas (intercambio de mentes, sueños hipnóticos,...) para conseguir la información. Finalmente la tercera etapa estaría conformada por los 7 últimos capítulos donde el ex agente resignado por no poder escapar de la villa se concentra en frustrar cualquier plan del numero 2.

En cada uno de estos episodios, con una estética entre futurista y "retro", nos introducimos en el absurdo cotidiano de la Villa. Un lugar donde cualquier mañana se puede encontrar algo diferente: tal vez ese día la Villa este totalmente desierta, tal vez se convierta en una ciudad del oeste americano o tal vez justo ese día haya elecciones para elegir al nuevo número 2. En todo caso sabemos que nos encontraremos con alguna historia cargada de ironía y en definitiva con una mordaz visión de la sociedad moderna.

El Prisionero es una de las series más originales e inteligentes que nos ha dado la TV mundial y nos sirve como una demostración cabal de que en la ciencia ficción también hay lugar para la reflexión. En El Prisionero palpamos la lucha del hombre por su libertad, y sentimos la sutil desazón del numero 6 cuando se da cuenta de que nunca la hallará. Como alguna vez dijo Patrick MacGoohan "Tu Villa puede ser diferente a la Villa de otras personas, pero todos somos prisioneros".

El tema principal de El Prisionero es, esencialmente, el liberal en donde la libertad del individuo es socavada de forma consistente por un colectivo social respaldado por una abrumadora fuerza totalitaria. En respuesta, Número 6 hace esta ambigua afirmación: "No seré empujado, expedientado, sellado, catalogado, informado, desinformado, o numerado. Mi vida es mía." Mientras que la Villa intenta asimilar al Número 6, él se esfuerza por ser independiente — a menudo hace valer esto mediante sus intentos de fuga.

Durante el diálogo de apertura de la mayoría de episodios, el Número Dos dice "Usted es el Número Seis". Algunos ven esto como una respuesta a la pregunta anterior "¿Quién es el Número 1?" insertando una coma en la frase ("You are, Number 6." - Es usted, Número 6), implicando que es Número 6 quien está al mando. Igualmente, la respuesta de Número 2 "Información" a la pregunta del Número 6 "¿Qué quieren?" podría ser interpretada como 'information' (información) o 'in formation' (en formación), siendo esta última un comando para seguir sus órdenes.

La identidad del Número Seis continúa siendo objeto de debate: muchos creen que es John Drake, el personaje de espía que McGoohan interpretó durante muchos años para Danger Man a.k.a. Secret Agent. Al menos uno de los postreros episodios de The Prisoner ("The Girl Who Was Death") fue adaptado de uno de los guiones no utilizados de Danger Man , y un personaje llamado Potter que aparecía al principio de la serie aparecía en The Prisoner, interpretado por el mismo actor. Otra teoría es que él es David Jones, retratado por McGoohan en la película Ice Station Zebra (Estación Polar Cebra) que fue rodada al mismo tiempo que la serie. Por otra parte, McGoohan ha declarado durante décadas que No. 6 no era John Drake, mientras que Markstein ha dicho que sí. Además hay otros que encuentran escasas evidencias para defender esto. McGoohan no posee los derechos de John Drake, así que es poco probable que le hubieran permitido usar el personaje.

McGoohan siempre ha enfatizado que el poder del programa es más fuerte cuando se ve de forma alegórica.

Entrevista muy interesante con Patrick McGoohan

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