El Candirú (Vandellia cirrhosa), también conocido como «canero» o «pez vampiro» es un pez de agua dulce de la familia de los siluriformes, perteneciente a la familia de los bagres, que habita en el Amazonas. Es especialmente famoso y temido por alojarse en los orificios de sus presas para alimentarse de su sangre. Puede llegar a alcanzar los 15 centímetros y es alargado y transparente, por lo que es prácticamente indetectable debajo del agua.
El Candirú es un parásito, principalmente de otros peces, aunque también puede atacar a otros animales más grandes, incluidos, de forma excepcional, los humanos. Una vez introducido en el animal huéped a través de alguno de sus orificios (en especial la vagina, el ano y el pene) se instala en su interior, extiende unas espinas y comienza a alimentarse con su sangre. Parece ser que no la succiona, sino que se conecta con alguna arteria del huésped y hace que su sangre pase a través de su propio sistema circulatorio.
El Candirú es especialmente temido por los nativos del Amazonas, ya que se siente atraído por la orina, y si el bañista está desnudo puede introducirse por alguno de sus orificios e instalarse en su interior. Si alguien trata de arrancarlo, estos garfios le desgarraran por dentro pudiendo causarle la muerte. De ahí que exista la costumbre entre ciertas tribus de bañarse de espaldas a la corriente, y con los orificios cubiertos con las manos. Una vez introducido en el cuerpo, el Candirú es prácticamente imposible de desalojar, si no es mediante cirugía. Los nativos también emplean la planta Xagua, la cual supuestamente separa al Candirú de su víctima y lo disuelve por completo.
El Candirú es especialmente temido por los nativos del Amazonas, ya que se siente atraído por la orina, y si el bañista está desnudo puede introducirse por alguno de sus orificios e instalarse en su interior. Si alguien trata de arrancarlo, estos garfios le desgarraran por dentro pudiendo causarle la muerte. De ahí que exista la costumbre entre ciertas tribus de bañarse de espaldas a la corriente, y con los orificios cubiertos con las manos. Una vez introducido en el cuerpo, el Candirú es prácticamente imposible de desalojar, si no es mediante cirugía. Los nativos también emplean la planta Xagua, la cual supuestamente separa al Candirú de su víctima y lo disuelve por completo.
Para protegerse de la amenaza del candirú los investigadores de la zona suelen hacer uso del condón cuando deben adentrarse en las aguas de rios sudamericanos. Los indígenas suelen advertir a los exploradores de los riesgos de tomar un baño desnudo en las aguas habitadas por el candirú. En zonas selváticas donde la disponibilidad de mesas de operaciones y cirugía es tan limitada existen dos formas de acabar con los problemas que causa el candirú. El modo más radical consiste en tener que amputar el pene del afectado antes de que el candirú le cause una hemorragia interna tan grande que le pudiera causar la muerte, el otro sistema aunque menos traumático no está verificado y se basa en la acción que según los indígenas produce usar el jugo de una planta selvática, que no sólo acaba con el intruso sino que es capaz de disolverlo por completo. Este método es incluso tan lento como llevar al paciente a un hospital por lo que eficacia no está 100% verificada.Para protegerse de la amenaza del candirú los investigadores de la zona suelen hacer uso del condón cuando deben adentrarse en las aguas de rios sudamericanos.
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